El Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) mantiene una huelga indefinida en las universidades de Cataluña, y un paro en la educación secundaria este miércoles 30 de octubre y mañana jueves, 31 de octubre, para protestar por la sentencia del procés.

La tensión entre estudiantes en Cataluña ya se ha podido ver en la Universidad Pompeu Fabra, donde encapuchados impedían a los estudiantes acudir a clase. En paralelo a estas protestas, más de 800 profesores españoles han firmado una carta dirigida a los rectores de las universidades catalanas para que retiren sus manifiestos contra la sentencia del procés y para denunciar la represión contra los jóvenes estudiantes.

Isabel Fernández, profesora de Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de Universitarios por la Convivencia, ha sido la primera firmante de esta carta. En “Herrera en COPE” ha denunciado que “se está hablando de huelga cuando el concepto de huelga no se puede aplicar, porque estos estudiantes no tienen una relación laboral con la Universidad”.

Asegura que lo que estamos viendo “son grupos de radicales que llevan actuando en las universidades catalanas durante mucho tiempo, los que se dedican a vulnerar los derechos de otros estudiantes que quieren desarrollar su actividad académica con normalidad”.

La profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona ha criticado la actuación de los rectores de algunos de los centros, que han accedido a cambiar el sistema de evaluación de los alumnos. Apunta que “las políticas permisivas con estos grupos violentos se hacen sistemáticamente, ya es una tradición que cedan, que cuando ocupan un rectorado se sienten a hablar para negociar”.

Fernández insiste en que cuando se genera este hábito y este trato “es difícil romperlo” y reprocha que “nadie haya dado un golpe en la mesa diciendo basta”. Además, critica que las fuerzas de seguridad no puedan entrar a los campus cuando insiste “se están vulnerando el derecho de las personas”.

En el caso de su facultad, la profesora aclara que la actividad y las clases se están desarrollando con normalidad, aunque lamenta los incidentes de ayer en la Universidad Pompeu Fabra. “Alguien tiene que ponerles freno. Estoy segura de que muchos alumnos que son nacionalistas no comparten tampoco sus formas” ha concluido.