La inversión española en el extranjero se desploma y Marc Vidal ha señalado este miércoles que pocas veces se habla de lo que invertimos en España hacia el exterior. Algo que "se ha hundido".

"La inversión española en el extranjero se ha situado a niveles de la crisis de 2012, cuando se vivieron severos ajustes fiscales que frenaron todo tipo de inversión hacia el exterior por parte de las empresas españolas", ha apuntado el analista económico. Y es que basándonos en los datos publicados por la Secretaría de Estado de Comercio, durante el año pasado, "la salida de capital español hacia el exterior se redujo a unos pobres 18.655 millones de euros. Es decir, un descenso del 43% en comparación con 2022. No se recuerda un desplome de esta envergadura, y en este indicador, tan importante y al que se le haga tan poco caso".

Una situación que puede parecer paradójica, ya que estamos hablando de un contexto completamente distinto al que vivimos en el año 2012. Una situación que resulta "de lo más preocupante". A su juicio, "la alta deuda, la inestabilidad política, las regulaciones más estrictas sobre el flujo de capital al exterior, la incertidumbre global, los conflictos geopolíticos, las fluctuaciones en los mercados financieros, la pérdida de competitividad de algunos sectores y la fuerza centrífuga que está ejerciendo el turismo en toda la economía española" son los factores que están afectando mayormente a que la inversión, en lugar de salir de nuestras fronteras, se quede dentro de ellas.

Un efecto de que mercado interno podría ofrecer "mejores oportunidades de retorno que el mercado externo, pero eso tampoco está claro. Resulta que la inversión interna tampoco crece de manera importante". Y ha pedido que estemos atentos, porque si la inversión española se hunde fuera, significa que muchas de nuestras empresas podrían "estar afrontando falta de liquidez, o dificultades para acceder a un crédito demasiado caro, lo que les obliga a concentrarse en el mercado interno y reducir la expansión internacional".

Así las cosas, ha señalado que el "medio plazo está en la pérdida de diversificación territorial por parte de nuestro sector productivo y en definitiva de una caída de la competitividad global". Cuando en España invertimos "menos en el exterior, las empresas españolas perderán terreno frente a competidores internacionales que continúan expandiéndose y aprovechando las oportunidades que eso ofrece".

Finalmente, el analista económico sugiere a los gobernantes que "atiendan este mal síntoma y estimulen la inversión hacia el exterior".