Cómo alumbrar este camino sinodal al que nos invita la Iglesia es algo de todos. También de la vida contemplativa que este domingo celebra la Jornada Pro Orantibus. Nos hemos ido hasta Burgos, exactamente al Monasterio de san Pedro de Cardeña.

Allí nos ha atendido fray José Luis Galiana, uno de los monjes que habitan esta abadía trapense famosa, entre otras cosas, por la cerveza que realiza: "De algo hay que vivir. No solo de pan vive el hombre ni de todo lo que sale de la Palabra de Dios. Algo hay que hacer en los monasterios para vivir", ha explicado entre risas el monje.

Muchas veces, cuando pensamos en la vida contemplativa, pensamos que los religiosos viven de puertas para adentro, pero esto no es del todo cierto: "Nuestras puertas están siempre abiertas. Para las comunidades monásticas, al menos las de tradición benedictina, la acogida es algo fundamental en nuestra vida. San Benito habla en la Regla de acoger pobres y peregrinos. Y todos somos un poco pobres y estamos un poco perdidos por el mundo, entonces es fácil abrir un hueco para todo el mundo".

La Iglesia está viviendo en este momento un proceso sinodal, y fray José Luis ha tenido la oportunidad de participar en la fase diocesana en Burgos: "Ha sido una experiencia enriquecedora. Yo soy muy de diócesis, fui seminarista diocesano, así que conozco al clero; soy muy de barrio, muy de parroquia, así que conozco los movimientos; y somos una diócesis muy rica en vida monástica. Muchas veces parece que somos los que tenemos que rezar por el asunto, pero no hay más participación que esa. Y en esta ocasión hemos participado una monja salesa, de La Visitación, y yo, como parte de esa vida monástica de la diócesis", ha explicado el monje trapense.

"La asamblea ha sido un reconocernos todos en nuestra misión de la Iglesia, desde una representación de monaguillos hasta el arzobispo. Todos. Ni unos más ni unos menos. Ha sido una cosa muy rica para todos los que hemos participado en esta representación tan amplia de la diócesis", ha señalado fray José Luis Galiana.