Agustín es uno de los 30.000 scouts que hay en España. Es de Plasencia (Cáceres) y, aunque tiene ya 24 años, sigue vinculado a su grupo de scouts, donde lleva prácticamente toda la vida. Él aún recuerda que cuando llegó, con 10 años, lo que más le caracterizaba era su extrema timidez. A esa edad fue cuando tuvo su primera acampada en la montaña, de la que guarda un recuerdo excepcional. Allí formó parte de su primer equipo... con el que tuvo que trabajar codo con codo para competir con el resto de “patrullas” del campamento. Juntos aprendieron técnicas de superveniencia, jugaron al escondite y escucharon las historias de scouts que les contaban con mayores. Estas experiencias le han marcado tanto que reconoce que los niños de aquella época (adultos ya hoy) son sus auténticos amigos, con los que se conoció a sí mismo y con los que aprendió a perder la timidez. Así hasta llegar a los 17 años, realizó a su “promesa scout” después de 7 años de preparación. Un momento muy emocionante.

Su carrera como scout católico ha estado plagada de momentos entrañables. A los 4 años de entrar tuvo la suerte de ser líder de su equipo. Toda una responsabilidad. Y desde hace 2 años, es coordinador de su grupo y monitor de los jóvenes de 14 a 15 años allí en Plasencia.

El Movimiento Scout Católico organiza campamentos por toda España este verano. Agustín es solo uno de los más de 30.000 niños y jóvenes que conforman los más de 340 grupos que el Movimiento tiene repartidos por toda España. Aunque lo de los scouts nos sigue sonando a niño estadounidense que vende galletas, ser parte de este movimiento católico es mucho más que esto. El movimiento fue fundado en 1961 y organiza encuentros semanales durante todo el curso, salidas al campo y varios campamentos para las ocasiones especiales.