Este viernes hemos celebrado la Jornada del Ayuno Voluntario, una iniciativa de Manos Unidas, que este domingo celebra su Jornada Nacional, en el arranque de su Campaña contra el Hambre.Una campaña que este año lleva por lema 'Frenar la desigualdad esté en tus manos'. Una desigualdad que se manifiesta, especialmente, en el hambre: 8 coma 7 millones de personas mueren de hambre cada año: una cada 4 segundos, y se calcula que al menos 2 coma 7 millones son niños. Manos Unidas cuenta con casi 500 proyectos para tratar de acabar con la desigualdad en el mundo.

Estos días son una buena ocasión para acercarnos a conocer el trabajo que realiza esta ONG para el desarrollo. Una labor que conoce bien Mercedes Barbeito, del área de educación al desarrollo de Manos Unidas, que ha pasado por 'La Linterna de la Iglesia'.

Para Mercedes, el lema de este año es una llamada a la acción y "al compromiso de cada una de las personas que oyen o ven el mensaje, para que sepan que está en nuestras manos, que no es algo que podamos delegar. No se trata de hacer retórica, sino de ponernos manos a la obra. Aunque puede parecer muy lejano, es verdad que nos ha llamado la atención cómo han crecido las desigualdades después de la pandemia. Para la cooperación al desarrollo, la pandemia ha supuesto prácticamente una pérdida de 4 o 5 años".

Cecilia Pilar: «El consumismo absurdo, que no nos llena ni nos satisface, es absolutamente insolidario. En Manos Unidas estamos convencidos de que podemos cambiar este mundo». #ManosUnidasFrenaLaDesigualdadpic.twitter.com/DFYDtWfgRN

— Manos Unidas ONGD (@ManosUnidasONGD) February 9, 2023

Muchas veces, nos quedamos con las cifras que nos llegan a través de los medios de comunicación sin pensar que, detrás de cada una de ellas, hay una persona: "Nosotros intentamos poner rostro a la pobreza, cada año, en estas fechas. Trasladamos esos rostros que nosotros conocemos bien, porque son gente que son compañeros de vida para nosotros, con los cuales estamos acompañando comunidades, vemos sus caras de alegría cuando reciben desde un poco de agua hasta un proyecto de desarrollo comunitario, una escuela... Son rostros como los nuestros. El problema es que nos cuesta mucho verlos, porque estamos, por un lado muy acomodados y, por otro lado, vivimos en un mundo también que nos mantiene llenos de estímulos constantes, de imágenes, de ruidos... un poco caótico y nos cuesta fijarnos en ellos. Pero son muy parecidos a los nuestros. No tienen ninguna marca que les haga ser pobres. Son como nosotros".