Alexandra tiene 57 años y es el ejemplo de un problema que tienen muchas personas en nuestro país. Estaba contenta con un trabajo que mezclaba el mundo de la cooperación internacional con la comunicación. Muchos años de experiencia y hablando hasta en seis idiomas hacía que su presencia fuera indispensable para el día a día de su empresa. Pero no era así. Cuando cumplió 50 años su jefe le trasmitió que prescindía de sus servicios. La echaban a la calle. Se le cayó el mundo encima.

Alexandra se empezó a sentir invisible porque durante siete años ha estado buscando trabajo sin lograrlo. Ella forma parte de las 565 mil personas de más de 55 años que están en paro ahora mismo en nuestro país. La edad se convirtió en una barrera indestructible y en este tiempo ha ido sobreviviendo como ha podido con un subsidio para mayores desempleados.

A sus 49 años confiaba en tener un futuro laboral en su empresa pero de la noche a la mañana ese sueño se le acabó. Siete años después la oportunidad laboral no llega, no tiene estabilidad económica y hace malabares para mantener a su hija de 16 añitos. Le quedan diez años todavía para llegar a la jubilación y su máxima preocupación es intentar estar activa y encontrar un empleo lo antes posible.

Pero la historia de Alexandra no es un caso único. Para que te hagas una idea, casi 3 de cada 10 desempleados tienen más de 50 años en España. Y de todos ellos uno de cada cuatro parados de larga duración están en la última fase de su carrera.

Esta discriminación por la edad es lo que se conoce como “Edadismo”, un problema que lleva años preocupando a la Organización Mundial de la Salud. Tanto es así, que en 2016 los Estados miembros pidieron la puesta en marcha de una Campaña Mundial contra el Edadismo. Al frente de esta campaña y de los informes publicados está la doctora gallega Vania de la Fuente-Nuñez. Y no hablamos solo de acortar la esperanza de vida sino que también afecta a la salud mental y física de todos aquellos que lo sufren. Por eso ante este problema de discriminación que existe por la edad hoy hablamos del Edadismo laboral y las consecuencias que tiene en España.

Las cifras son bastante claras. Según recoge la última Encuesta de Población Activa el 18% del total de parados en nuestro país tiene más de 55 años. Unos números que superan los 900 mil si tenemos en cuenta a los mayores desocupados de 50 años o más. Mira, quiero que conozcas a José Miguel. Tiene ahora 61 años y fue despedido cuando llevaba más de 30 en su empresa. Justo en plena época de pandemia. Para que te hagas una idea, el primer trimestre de año hubo unos 41 mil parados más mayores de 55 años, un 7,8% que en el trimestre anterior. En el caso de José Miguel llevaba muchos años en su empresa y la decisión del despido le pilló de sorpresa. Pero José Miguel no era un caso aislado en la empresa. Tanto él como sus compañeros ya habían sido testigos de otros despidos similares. Afortunadamente para José Miguel tuvo la gran suerte de encontrar a los pocos meses un nuevo trabajo como ingeniero.

La situación en España indica que la mitad de los parados mayores de 50 años llevan más de un año buscando trabajo. Cada vez es más habitual encontrarse con la frase "No eres el perfil que buscamos" por parte de las empresas. La vejez o el ser mayor está considerado como un aspecto negativo que impide ver con buenos ojos la importancia de otros valores como la experiencia o la sabiduría. Por ese motivo son muchas las fundaciones que han lanzado distintas campañas para poder modificar la definición de vejez para adapatarla a la realidad de ahora.

Pero hay ejemplos de esos que rompen con todas sus fuerzas esta barrera laboral. Es el caso de Julio. Tenía su vida prácticamente hecha. Trabajaba en una multinacional como ingeniero industrial desde hacía 27 años y no podía ser más feliz. De repente, entre sus compañeros de trabajo se hablaba sobre la posibilidad de que la empresa hiciera un Expediente de Regulación de Empleo. Un rumor que empezó a coger forma y que desgraciadamente acabó tocándole de lleno. A sus 55 años estaba en la calle en un proceso muy complicado de asumir. Han sido muchos años en una misma empresa en la que disfrutaba. Sin embargo ahora cuando Julio mira hacia atrás reconoce que quizás hubiera tomado un rumbo diferente.

Pues eso es lo que ha hecho Julio en este tiempo. Dar un paso adelante y tomar las riendas de su vida. En plena pandemia creó una salsa picante que hizo las delicias de sus amigos en una barbacoa. Ese momento fue el germen de la empresa que impulsa desde hace 3 años. Ahora su experiencia durante tantos años se ha convertido en una ventaja para poder extender su productos en los distintos mercados internacionales. Para Julio fomentar e impulsar el talento senior es una auténtica oportunidad que las empresas deberían explotar.

El talento senior no se valora como se debe en España y muchas personas de más de 50 años no logran encontrar trabajo por culpa de la edad. Experiencia, trayectoria laboral o madurez son algunas de las capacidades que solo puede alcanzarse gracias a los años y que muchas empresas deberían tener en cuenta a la hora de contratar a nuevos empleados.

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