El curso escolar ha arrancado en la Comunidad de Madrid y en Cataluña en una semana en la que más de ocho millones de alumnos de las etapas no universitarias van a comenzar su año académico. Así que este era el sonido de muchos de estos centros a primera hora de la mañana. Será el jueves cuando vuelvan los alumnos de infantil y de primaria de Cantabria, Aragón, Asturias, La Rioja y las dos Castillas. El viernes será el turno para los niños del País Vasco y Murcia mientras que los de las restantes comunidades autónomas lo harán la semana que viene. Nervios en los más pequeños pero también en los padres que ven como sus hijos empiezan una nueva etapa escolar.

Algunos estaban más contentos... otros menos... pero todos ellos van afrontan un año que será difícil para la educación de nuestro país. Sobre la mesa, muchas preguntas que son necesarias responder para poder mejorar el sistema educativo.

Si hay un problema claro es que, en España, no tenemos una estabilidad jurídica si hablamos de educación. Para que te hagas una idea, nuestro país ha aprobado ocho leyes educativas en 40 años de democracia. Es prácticamente una por cada Gobierno, lo que hace insostenible mejorar en educación. Juan Chavarri es el secretario general de la Confederación española de centros de enseñanza de Madrid.

La última de las normas aprobadas ha sido la Ley Celaá que se aplicará este curso a medio gas en el 70% de la población escolar. ¿Por qué? Porque depende de cada autonomía. Y es que tras las elecciones autonómicas, el PP gobierna ahora en la mayoría de comunidades.

Está previsto que cambien los currículos, recuperen las notas numéricas o limiten que se pueda pasar de curso con suspensos, con el fin de neutralizar los puntos más conflictivos de esta ley. Por eso es más que necesario que nunca poner el foco en los principales protagonistas de la educación.

No debemos olvidarnos que la educación es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de una sociedad. Por eso no debería ser utilizada como interés político y menos dejando al margen a los verdaderos protagonistas como son los profesores y los alumnos.

Otro de los problemas con los que nos estamos encontrando se viene dando en los últimos años. Te hablo de la potenciación que se está haciendo de las asignaturas y las carreras STEM, es decir, aquellas que tienen que ver con el campo científico y la tecnología. Una decisión que ha provocado que todas aquellas que tienen que ver con las humanidades pierdan valor.

Estamos en un momento clave sobre todo porque con la aparición de la inteligencia artificial se presenta un reto al que hay que afrontar de una manera humanística. Te hablo de asignaturas y de carreras que son fundamentales para el día a día de cualquiera de nosotros. Para impulsarlo este verano se organizó un encuentro en Madrid que consiguió reunir a más de 600 docentes y expertos de España e Iberoamérica. Docentes que se han cansado y que quieren poner en valor la importancia de las humanidades en nuestro país.

Cada año es un problema más grave. Te hablo del aumento de los pupitres vacíos debido al descenso de niños por aula por culpa de la caída de la natalidad. Mira te voy a dar un dato. En España hay más de mil municipios que no tienen niños de entre 0 y 4 años. Y lo peor es que la previsión apunta a que en 2050 habrá 800 mil alumnos menos de 3 a 15 años. Unas cifras que podría obligar a cerrar colegios, sobre todo en el medio rural, y a reducir el tamaño de otros muchos.

Con todo este panorama y estos problemas sobre la mesa, quiero abordar todo esto con una de las partes implicadas más importantes como son los padres. En este primer día hemos visto una de las grandes polémicas de los últimos meses. Te hablo de la jornada intensiva. En España salvo en Cataluña y País Vasco, está ampliamente adoptada en los centros escolares. Mientras, desde la OCDE nos aconsejaron a eliminar el horario continuo como una de las soluciones para reducir las tasas de abandono escolar.

Hay argumentos de todo tipo. Las familias están en contra porque supone un esfuerzo extra para el alumno mientras que la mayoría del profesorado está a favor de la jornada intensiva. Un conflicto que tendrá que resolver la administración.

Hoy hemos hablado de los principales problemas que sufre la educación en España cuando cerca de ocho millones de alumnos van a comenzar estos días su año académico. Ley Celaá, humanidades, jornada continua... demasiados inconvenientes para poder disfrutar de uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de una sociedad.

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