Pues, ya pasó. Como era de prever ha sido un éxito en lo político, en lo diplomático. También en lo promocional y publicitario para Madrid y para España. Ya pasó. La cumbre de la OTAN termina, y digamos que nos quedamos aquí, nosotros, con nuestras cositas.

Ahora empieza la juega ¿eh? Ahora hay que desarrollar todos esos planes estratégicos. Ahora hay que poner en marcha el cambio histórico de la Alianza Atlántica. Hay que invertir y gastar dinero, hay que formar más y mejores soldados, más y mejores material. Ahora empieza el lío ¿eh?.

Digo yo que las fotos, las poses y el bla bla bla de Pedro Sánchez y Begoña Gómez, por cierto, dura lo que dura.

Una vez que se han ido todos seguiremos con la inflación de un 10% durante mucho tiempo. Seguiremos con unos precios de la energía absolutamente insoportables para una enorme millonada de personas. Y seguiremos dependiendo de las súbditas de Pablo Iglesias, de Esquerra Republicana, de Bildu y, por supuesto, de una legión de asesores infinita y de pelotas que no se atreven a decirle a su Sanchidad aquello de "señor Presidente, usted va desnudo".

Se van los líderes, termina la Cumbre y el Gobierno seguirá asaltando Instituciones, saltando Organismos, tomando el control de grandes empresas para mantenerse un año y medio más, y como dijo su amigo Otegui "para intentar seguir otros cuatro años". Esto dura lo que dura. Ya se han ido, un éxito, ¿ahora qué?