Esta semana la historia pasa por Madrid. Se celebra en la capital de España la cumbre de la OTAN más importante de las últimas décadas. Con la tensión entre la Alianza y la Rusia de Vladimir Putin en máximos inconcebibles hace unos meses, la reunión coincide además con el cuarenta aniversario del ingreso de España. Uno de los grandes hitos de nuestra historia reciente.

Algunos analistas prevén que Vladimir Putin redoblará su presión coincidiendo con la Cumbre. Tensa espera ante la llegada de los grandes lideres de la organización. Durante dos días, todos los focos estarán puestos en Madrid. Parece que la historia se repite. La OTAN nació en 1949 como herramienta de defensa ante la expansión del poderío de la URSS en Europa Oriental... Hoy en día, aunque el Imperio Soviético ya no existe, la OTAN debe actualizar su Concepto Estratégico para afrontar una amenaza renovada del Este, que cada vez se parece más a la de los tiempos de Stalin.

La historia de la OTAN ha conseguido solventar en el pasado desafíos similares, pero ninguno más grave que el que se deriva de la invasión rusa de Ucrania. Ahora debe asumir la solicitud de entrada de nuevos miembros y un necesario aumento del gasto militar. España intentará como anfitriona que el flanco sur (nuestras complicadas relaciones con nuestros vecinos al otro lado del Estrecho) tengan cabida en ese Concepto Estratégico.

España llega a esta cumbre justo en el cuarenta aniversario de su ingreso en la organización. Como muchos recordarán, con la polémica de una postura ambivalente del PSOE que pasó de la hostilidad al ingreso, a pedir la permanencia en la misma en el referéndum de 1986. Muchos ven inevitable que, de esta cumbre, cuarenta años más tarde, salga como necesidad la de un compromiso mayor de España con la organización, en términos de gasto militar, si queremos seguir siendo un socio creíble. La historia, en efecto, pasa esta semana por Madrid.