Los manuales y la tradición sostienen que los periodistas no debemos ser noticia. Es más, cuando es así, cuando los periodistas somos los protagonistas de la noticia, casi siempre, es para mal.
Bueno pues este axioma se confirma. El Gobierno ha vetado a un grupo de periodistas (y por lo tanto ha vetado a los medios que representan) a una sesión informativa en el Palacio de la Moncloa sobre los fondos europeos. ¡Qué casualidad que haya sido sobre ese tema!