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Hemos vuelto de Canarias, como quien dice, hace un rato. Aún con el estómago encogido, con la sensación de desamparo hacia los canarios y con el sentimiento de vértigo, caos y hasta un punto de miedo que genera el drama de la inmigración.

Siempre nos pasa igual. Bromeamos con que somos un equipo de boinas verdes para esto de ser periodistas y hacer la radio que nos gusta... y siempre nos rompemos.

Ponte en nuestro lugar. Acabamos de ver llegar a una patera a 50 metros de distancia. Me he subido a un cayuco abandonado en el puerto de Arguineguín; hemos hablado con chavales marroquíes, casi niños que han sobrevibido al Atlántico... y cuando te plantas en Madrid y el tema es Pedro Sánchez, con ese porte, entrando en La Paz para hacerse una foto. Y el otro tema es Rufián, Otegui y Pablo Iglesias felicitándose por el éxito de su voladura controlada de España.

Termina una semana en la que se confirman unos Presupuestos del Estado tan mentirosos como impresentables; una semana donde hemos avanzado en el tema clave de las vacunas. En la que hemos empezado a concienciarnos de esta Navidad diferente.

Una semana que confirma que no existe pudor alguno en esto de la política (cosas veredes que te helarán la sangre), como Rufián ordenando al Gobierno de España que meta mano a los impuestos en la Comunidad de Madrid. Sin vergüenza, alguna ni por él, ni por parte de la Moncloa. Oyes a Carmen Calvo, a Ábalos, a María Jesús Montero o a Adriana Lastra y se te caen los... pelos del sombrajo.

Por partes. Los Presupuestos Generales del Estado son lo de menos... Fíjate. El problema es que los presupuestos pactados entre Sánchez e Iglesias con Otegui y Junqueras garantizan una legislatura entera. Por eso, si hubiera sido necesario, habrían vendido hasta sus respectivas herencias.

El uno por su soberbia enfermiza y el otro... por la "revolusssion" chavista.

El dinero es sólo eso, dinero (bueno... y deuda y déficit para nuestros nietos). El tema de fondo es quién da marcha atrás a este suicidio colectivo al que nos están llevando, aquí, los hermanos mala sombra, sus socios y sus súbditas.

Quiero pensar, sinceramente, que los avances sobre las distintas vacunas contra el covid son verdad. Y que tendremos vacuna más pronto que tarde. Yo, desde luego, en cuanto pueda y en cuanto me toque... me la planto.

El problema es que los planes, los anuncios, la verborrea o la propaganda como hoy en La Paz... Lo único que hacen es emponzoñar de sospechas todo. Dicho de otro modo... Todo lo que toca este Gobierno se embadurna de puro marketing de la factoría Iván Redondo Productions.

Y es que la nula credibilidad es el otro gran déficit de Pedro Sánchez. Nadie confía en nadie dentro del Consejo de Ministros; ningún socio se fía del otro y nadie puede creer al Gobierno, salvo que cometas un acto de fe infinita.

Y hablando de fe. Enésimo llamamiento a la RES PON SA BI LI DAD de todos y cada uno de nosotros. Se acerca la Navidad y no pasará nada por tomarnos esas fechas con control, cautela y, por qué no, con sacrificios. Lo contrario será otra hecatombe.

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En fin, terminamos la semana en la que se ha súper ratificado que Joe Biden es el nuevo presidente de los Estados Unidos de América. Hace unas horas, Donald Trump ha dicho que no opondrá resistencia para ceder la Casa Blanca.

Y digo yo: ¿qué pensaba hacer Donald Trump? ¿Agarrarse al cabecero de la cama, encerrarse en el baño o esconderse en el sótano? ¿Atarse al árbol de Navidad con un cinturón de explosivos?

Por muy presidente de Estados Unidos que sea o haya sido... ¡Cómo están las cabezas!

¡AH! Y MI POSDATA. Recién llegados de Canarias. Al ver en el muelle de la vergüenza a cientos y cientos de marroquíes apiñados; al oír que llegan limpios, con la batería del móvil cargada y el pasaporte recién expedido... Me requeteconfirmo en la clave.

La solución está en origen. Como lo estuvo en Libia frente a Lampedussa o en Turquía frente a Lesbos. La solución a esta tragedia de magnitudes bíblicas está en Marruecos. En quien abre y cierra el grifo.