Ángel Expósito ya habló con él en noviembre. Entonces estaba muy cansado, trabajando, de un lado para otro y atendiendo a los vecinos de la isla de La Palma que lo necesitaban. El padre Alberto ha relatado un mes después del final oficial de la erupción del volcán de Cumbre Vieja cómo salen adelante los palmeros y cómo la necesidad sigue cundiendo entre sus vecinos.

La última niña bautizada en la iglesia de Todoque, el día de la erupción

"La emoción es inevitable, son muchos recuerdos", asume el padre Alberto en su conversación con Ángel Expósito. El sacerdote asume que hoy recuerdan lo que ya es parte de su pasado reciente "como cada familia que rememora esos días intensos, ese recuerdo nostálgico de algo que se ha perdido, pero permanece en nuestra memoria". Eso sí, el padre le pone optimismo: "Lo recordamos con gratitud... y lo que queda".

Es en el contexto de esta conversación tranquila, de ese recuerdo que protagoniza la vida de los feligreses de su parroquia que el padre cuenta una anécdota ocurrida minutos antes de pasarse por COPE: "Me acabo de encontrar a Nicolás, pescador que venía de caminar. Su nieta, Mar, fue la última niña bautizada en el templo de Todoque, el día de la erupción. Confiemos que alguno de sus mayores se encargue de recordárselo", ha relatado un sacerdote que asegura que han "seguido celebrando bautismos, en otros templos", continuando así con la vida a pesar de las circunstancias.

La caída de la torre de la iglesia y la solidaridad de toda España

Alberto es de Santa Cruz de La Palma y es capaz de describir a la perfección el lugar en el que se encontraba la iglesia de San Pío que acabó arrasada por la lava. "La torre de la iglesia estaría detrás de la montaña de Todoque", tras lo que Expósito le ha preguntado al sacerdote por sus recuerdos, las jornadas largas de trabajo y la dificultad para conciliar el sueño: "Tengo una bendición, el sueño normalmente me respeta y en esos momentos, quizá por agotamiento, si sueño no lo recuerdo", ha resumido.

Si hay algo que ha querido destacar Alberto ha sido la solidaridad que miles de personas han mostrado con La Palma desde todas partes de España: "Ha sido muy bonito ver la solidaridad entre los propios vecinos, los propios afectados, experimentar ese apoyo que nos ha venido de tantos lugares, de toda la península. Nunca pensé tener el teléfono móvil tan lleno de contactos que me han abierto su casa para mí o para quien necesite desconectar unos días. Esto nos sostiene y nos hace sentir arropados", lo resumía con una palabra: "Comunidad".

La reconstrucción de La Palma, en manos de los vecinos

El padre Alberto trata de animar cada día a los vecinos: "Les digo que estamos vivos". Es por ello que no duda en recordar las palabras de la alcaldesa, quien "recordaba la experiencia del volcán anterior y cómo nuestros antepasados con menos recursos lograron reflotar la vida de la isla". Alberto insiste: "Les digo a los vecinos que estamos vivos. Tenemos esperanza. Seremos nosotros con las ayudas respectivas los artífices de esa isla que soñamos", ha anunciado.

Como no puede ser de otra forma, un recuerdo para los mayores, quienes "lo pasan mal". Alberto ha recordado que "al atardecer de la vida uno espera tener las condiciones de estabilidad que le permita disfrutar de la ancianidad, de los hijos, de los nietos, en un entorno que le sea familiar, rodeados de sus recuerdos... y precisamente ese entorno les ha sido arrebatado", ha destacado sobre quienes viven sus últimos años en La Palma. "Es verdad que es muy distinto acercarse a un anciano que está conviviendo con su familia a uno que está solo. La familia es el gran soporte para estas personas. El hecho de estar con los suyos les sostiene y les mantiene firmes", ha argumentado tras conocer casos de primera mano.

Para terminar, una petición: "Pido que, como dice el Papa, que recen por nosotros y que nos recuerden. Es muy importante sentir que estamos presentes, aunque el fenómeno de la erupción haya terminado", ha dicho Alberto, sacerdote de Todoque, en 'La Linterna' de COPE.