Aurelia es una de las mujeres más valientes que he conocido nunca. Y no solo por entregar su vida a ayudar a los demás sino porque en situaciones de verdadero riesgo dice que nunca tuvo miedo.. Aurelia forma parte de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. En la actualidad trabaja como enfermera en el Hospital de Bikop, en Camerún, a unos 60 kilómetros de Yaounde pero después de 50 años en África ha vivido situaciones de gran tensión. El momento más complicado que recuerda lo vivió en Kinshasha, la capital del antiguo Zaire durante aquella guerra terrible.

Con una tranquilidad envidiable, contaba bajo un pequeño porche del hospital, con una lluvia fina de fondo, como eran aquellas noches de guerra

Allí en Kinshasha permanecieron firmes en su labor. Eso sí, ante los ataques de los militares ellas se sintieron arropadas tanto por el pueblo como por las autoridades españolas, la nunciatura y la embajada

“Ni hablar, están con nosotros”, decían los vecinos.. Fíjate que labor harían, cuál sería la relación con aquella gente para que no las dejaran salir de allí y las protegiera de esa manera. A pesar de todo, a pesar de que lo que te cuenta es el drama de la guerra Aurelia sonríe y recalca aquellos días fueron una gran experiencia...

Y es que Aurelia, una cordobesa que después de 50 años aún mantiene su acento, es capaz sonreír recordando aquellos duros momentos.. Si alguien conoce un corazón tan puro y verdadero como el la hermana Aurelia que me lo diga... Por cierto, el próximo domingo se celebra el Domund, el día en que la Iglesia emplea para ayudar a misioneras como Aurelia.. Ellas como muy poco hacen mucho