Se cumple un mes del presunto asesinato del colombiano Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho. Desde entonces los investigadores han tratado de saber qué llevó a este chico de 29 años a matar al cirujano. Se ha probado que le degolló y después le descuartizó. Hay muchas teorías sobre por qué lo hizo, y la labor de los profesionales es saber qué hay detrás de una atrocidad así.

Los motivos que llevan a una persona a cometer un asesinato

¿Qué hay dentro de la mente de un criminal? ¿Qué lleva a una persona a matar? La neuropsicóloga Aurora García Moreno sostiene en La Linterna que cualquier persona es capaz de matar: “Cualquiera puede matar porque ante situaciones de máximo estrés, puede derivar en conductas violentas que pueden terminar con la vida de otra persona”. A pesar de ello, Aurora puntualiza que, afortunadamente, no todas las personas que se encuentran en estas situaciones “son capaces de asesinar”. Además, existe una predisposición biológica en algunas personas para cometer un acto tan violento como este.

Los principales factores que influyen en las personas para terminar con otra vida de otra son los biológicos, “además del vínculo que se haya tenido con la madre en los primeros años de vida, también si se ha sufrido de maltrato psicológico de tipo sexual”. Lo que más influye es el entorno en el que se haya crecido. Aurora destaca otro de los principales factores: “Cuando se ha estado bajo los efectos del consumo de alcohol o drogas”.

Con el caso de Daniel Sancho se ha hablado mucho del efecto halo o ¿por qué vemos menos culpable a un asesino que es guapo?: “El propio asesino tiene la percepción de que es guapo y que pertenece a una saga de personas famosas, lo que le lleva a tener la sensación de que no puede levantar sospechas”, describe la neuropsicóloga.

¿Cómo funciona el cerebro de un asesino?

Una de las grandes preguntas cuando nos encontramos con casos tan sorprendentes como este es qué sucede dentro de su cerebro para llegar a cometer tal atrocidad. Aurora García Moreno aclara que en nuestros cerebros hay dos zonas que juegan un papel fundamental: la zona de las emociones y la zona del control, donde se encuentra el pensamiento. “Cuando una persona está en una situación altamente estresante, la emoción actúa como un acelerador y el pensamiento como el freno a esa emoción, por lo que en estos casos el freno falla, la persona se descontrola y tiene dificultad para el razonamiento y el entendimiento”, apunta.

Algunos estudios demuestran que hay personas, como los psicópatas, que poseen características comunes en su cerebro, pero esto no significa que todos los psicópatas -a pesar de tener carencia de empatía y de emociones- sean capaces de cometer un asesinato.

Aurora explica si una persona que tenga un trastorno mental es más propensa a terminar con la vida de otra persona: “No tiene por qué. Es cierto que les falta el freno a las emociones, pero en general estas conductas violentas están relacionadas con motivos psicosociales. Son personas que tiene una serie de creencias de poder, que humillan, por odio, por envidias...” Para terminar, la neuropsicóloga considera que una persona que es capaz de cometer un asesinato es “muy difícil” que se reinserte en la sociedad: “Una persona que ha bebido y tiene que conducir es capaz de sopesar las consecuencias negativas a la hora de decidir si conduce o no, pero en el caso de estas personas no existe esta capacidad”.

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