Es una historia con algún episodio de mal rollo. O lo parece. Se trata de una canción. Cuando empezó a ser conocida, surgieron los problemas. El intérprete decía que era suya. Otro músico, que la había compuesto él. Y en el registro de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores aparece incluso un tercero: el productor de la canción en calidad también de compositor.
Uno de los autores la utilizó en un concierto en Venezuela. Y el otro dijo que esa canción no estaba a disposición de los políticos, sino de la gente. Sólo aceptó a ceder los derechos para la campaña Por ellas, de Cadena 100. El que la utilizó es quien la interpreta; Diego Torres. La letra es de Coti. Y la música, de Cachorro López. La paradoja es que ese mal rollito, ya solucionado, es por una canción que genera el mejor rollo del mundo. Y que ahora han interpretado un montón de artistas latinos. Coti volvió a ceder sus derechos para recrear esta delicia que además pinta todo de color esperanza.
Lo recaudado irá para la Organización Panamericana de la Salud.