Jon Uriarte analiza con Ángel Expósito una de las noticias más importantes y destacadas del día, pero a través de su particular visión de las cosas. Porque todo, hasta lo más serio, tiene su versión alternativa y, por qué no, surrealista. Sobre todo cuando la LINTERNA alumbra la actualidad y es Uriarte quien se encarga de seguir el haz de luz. Bueno, todo esto ha quedado muy bonito pero en realidad hace lo que le da la gana.

Antes de nada vamos a recordar uno de los fragmentos de la rueda de prensa de las famosas luces de navidad en Vigo que iban a iluminar el mundo. Para mi, que no se había leído antes el discurso y se dio cuenta de que, como decimos en mi pueblo, era una “farolada” de las gordas, luego le salió bien porque arrasó en las elecciones.

Pero no es tan raro esto de las risas políticamente correctas o no, recordemos aquel pleno del parlamento andaluz que tuvieron que parar, porque era imposible continuar. A veces es un alcalde, un diputado o un concejal, como Carlos González Garcés, que hablando sobre los nuevos equipos de los bomberos también le entró un ataque de risa. Pasó la bola y dijo que responda otro.

Hay periodistas veteranos que también han sufrido buenos ataques, y si no que le pregunten a Luis Herrero en sus comienzos en Antena 3. Ya que hemos ido al mundo de la tele a buscar ataques de risa, hay quien tiene predisposición a ello. Era el caso del Diario de Patricia donde su presentadora más de una vez sufrió este tipo de ataques con un invitado. Era llorar por reír.

Nadie está libre y Expósito tampoco se libra. Que mejor cierre para esta lista que la de la faraona, la gran Lola Flores, logró provocar un ataque de risa en un programa tan serio como La Clave.