No está siendo una semana fácil para Enmanuel Macron, aunque ya sabía que la reforma de pensiones le iba a traer más de un dolor de cabeza. Por eso, el pasado jueves, cuando era consciente de que no iba a tener mayoría suficiente en la Asamblea Nacional, decidió ordenar a su primera ministra, Élisabeth Borne, activar el artículo 49.3 de la Constitución, que permite adoptar una ley sin voto. Al eludir el voto parlamentario, el presidente francés se arriesgaba a incendiar aún más la calle. Mientras, desde la oposición, empezaban a actuar y presentaron hasta dos mociones de censura en contra del Gobierno.

Las dos mociones fueron rechazadas, aunque una de ellas fue por tan solo nueve votos de diferencia. El dilema era importante porque en el caso de que hubiera triunfado alguna de las mociones de censura, la reforma hubiera quedado archivada y el Gobierno habría caído. Con este nuevo paso adelante, se considera aprobada la reforma de las pensiones.

Pero los franceses siguen saliendo a la calle para presionar y que la reforma no salga adelante. Los sindicatos han convocado para mañana la que será la novena jornada de movilización en poco más de dos meses. Macron ha asegurado que no tolerará la violencia callejera y el bloqueo de la actividad, recordando a otros capítulos similares como los ocurridos en Brasil o Estados Unidos.

¿En qué consiste la reforma de las pensiones de Macron?

Los franceses, en lugar de jubilarse a los 62 años, como hacían hasta ahora, se tendrán que jubilar a los 64 años y acelera la exigencia de cotizar 43 años para cobrar la pensión plena. Si comparamos con otros países europeos:

• En España está actualmente en los 66 años y dos meses si se ha cotizado a la Seguridad Social menos de 37 años y tres meses

• En Dinamarca, Grecia, Italia y Noruega la edad mínima de jubilación es a los 67 años.

• La edad de jubilación en Alemania es ahora de 67 años para los nacidos después de 1967.

• La pensión media en Francia es de 1.509 euros brutos

• La pensión media en España es 1.300 euros, en Italia 1.285 y en Alemania 1.079

Olga Gilart, doctora en la Universidad a distancia de Madrid (UDIMA), explica en la Linterna de COPE las claves y en qué consiste esta reforma de las pensiones de Macron. La medida de aumentar de los 62 años actuales a los 64 en 2030, ¿Es la mejor solución posible para resolver el problema de las pensiones en Francia?: “Aumentar la edad tiene un impacto económico inmediato. Si cotizan más personas y pagamos menos pensiones, parece que el gasto será menor. No se ha tenido en cuenta que en las franjas de mayor edad hay más paro, hay más prestaciones por personas que no pueden trabajar... el impacto económico existe, pero es más un impacto social, el defender los derechos adquiridos, pase lo que pase”.

“Se piensa que no se van a poder pagar las pensiones y que por eso es necesaria esta reforma”, apunta Olga el motivo de pasar de los 62 a los 64 años para jubilarse, aunque señala que hay otras medidas por las que se está protestando: “Es la perdida de muchos derechos a los que tienen un estatus especial – hay más de 35 estatus especial- como los que trabajan en Renfe, que pueden jubilarse a los 65 años, o los funcionarios... y estos van a perder sus derechos”. A pesar de esto, dentro del texto, otra de las medidas que destacan es la conocida como "cláusula del abuelo" que “tiene que ver con la retroactividad de las medidas, significa que las medidas se van a aplicar a los que se incorporen ahora a esas empresas como Renfe, las empresas de luz y gas en Francia... lo que dicen es que solamente se van a deshacer esos privilegios para los que se incorporen ahora. Pero en Francia perder cualquier tipo de privilegio no se acepta, hay una defensa del bienestar muy alta”.

En España, en algunos años tocará jubilarse a la generación del 'Baby Boom' lo que disparará el número de jubilados por el gran número de nacimientos. Olga señala que esto mismo va a ocurrir en Francia: “El problema es exactamente el mismo porque tenemos ese sistema generoso en el que pagamos las pensiones de nuestros mayores. No es como el modelo escandinavo en el que cada uno se paga su pensión. De la misma forma que en España, hay una pirámide inversa en Francia y no va a haber suficientes personas cotizando para pagar esas pensiones”.