El incendio originado en Villanueva de Viver sigue descontrolado. Entre las provincias de Castellón y Teruel está arrasando unas 4.000 hectáreas. El último parte dice que está avanzando más de lo previsto. La dificultad en estos momentos es que el fuego se ha encajonado en un barranco y las llamas han cogido mucha fuerza, así que se han tenido que retirar varios medios terrestres por el grave riesgo que corrían los equipos que trabajan en la zona. "Había un grave riesgo para la vida de los bomberos y, por tanto, la estrategia que tenían prevista para frenar el fuego antes de que llegara a la carretera no ha sido posible", ha declarado Gabriela Bravo, consejera de Interior y Justicia del gobierno valenciano.

Los medios aéreos se reincorporarán a primera hora del sábado, cuando haya una mejor visibilidad. En paralelo, las autoridades investigan si cuatro operarios de las brigadas municipales de limpieza de Villanueva de Viver podrían haber ocasionado el fuego con una práctica negligente.

El incendio cada vez es más virulento y, a consecuencia de ello, más de 1.000 personas han tenido que salir de sus casas. se trata de un desalojo preventivo ante la proximidad del fuego a las viviendas. En La Linterna hemos tneido la oportunidad de hablar con algunos de estos vecinos que han tenido que abandonar sus hogares.

Es el caso de Carlos Ríos, jubilado y residente en Arañuel, un municipio cercano de la provincia de Castellón. Ahora mismo se encuentra en Onda, otra población cercana donde tiene una segunda residencia. Cuenta que empezaron a desalojarles en la tarde-noche de ayer jueves. "La información que me llega es a través de las redes sociales. La línea está entre Arañuel y Cirat, otra población que está más hacia Onda, y por ahora parece que lo tienen controlado porque ha bajado la intensidad del aire". Entre esta noche y mañana esperan poder controlar del todo el incendio, según la informaicón que le llega a Carlos.

"Depende de como gire el aire, igual el domingo podríamos regresar a nuestras casas", preve Carlos. Él ha tenido la suerte de tener otra vivienda en propiedad cercana, pero muchos vecinos están pasando la noche en el polideportivo de Onda o en Segorbe.

Eva de la Osa es vecina de Montán, otra ciudad que está a unos 14 kilómetros de donde se originó el fuego. Ella se ha ido por el momento a casa de un familiar, y teme que el fuego "está bastante cerca ya" de su casa. "entre los pueblos y los vecinos nos vamos comunicando y nos vamos pasando fotos. Según las últimas que han recibido, cree que "nuestras fincas ya están afectadas".

Aunque estaban en preaviso, "no lo queríamos creer que iba a llegar", comenta Eva. Dice que ya tenían lo esencial preparado para salir lo antes posible cuando dieran el aviso. "Lamentable sí que llegó", admite esta vecina.

Espera, al igual que Carlos, que todo mejore y que el domingo puedan volver a sus hogares.