Martes 17 de octubre. Son cerca de las ocho de la tarde en Gaza en otro día más de intercambio de ataques entre Hamás e Israel. Decenas de cohetes siguen surcando el cielo ante el temor de miles de civiles que viven cerca de esa zona.

De repente, una fuerte explosión sacude el hospital Al-Ahli. Según la OMS, este hospital es uno de los veinte de la parte norte de la Franja de Gaza sobre los que pesaban la orden de evacuación hacia el sur. Las primeras informaciones apuntaron a la presunta caída de un misil que habría impactado en el patio y aparcamiento del recinto. A partir de ahí son muchas las informaciones que se han dado sobre este ataque.

Hasta ahora no hay evidencias claras sobre quién lanzó el proyectil contra el hospital. Tanto la Autoridad Nacional Palestina, liderada por el presidente Mahmud Abás, como Hamás, acusan a Israel del bombardeo, mientras que el Ejército israelí ha responsabilizado a la milicia palestina de la Yihad Islámica.

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La Yihad Islámica, el segundo mayor grupo islamista de la región después de Hamás, ha negado su autoría en una declaración enviada a la agencia Reuters. El Ejército israelí mantiene que sus servicios observaron el lanzamiento de unos 10 cohetes desde un cementerio cercano al complejo hospitalario.

Además, luego está el tema de las víctimas mortales que ha dejado este ataque contra el hospital. Es un punto en el que también hay disparidad sobre las cifras. El Ministerio de Salud de Gaza reportó en un primer momento más de 500 muertos, además de otros cientos cuerpos que se encuentran bajo los escombros.

Este ataque sobre el hospital de Gaza no es la única información que nos llega, algo difusa y sin saber realmente qué ha sucedido en el lugar en el que ocurre la noticia. Sin ir más lejos, una de las informaciones más polémicas de los últimos días ha sido la que dio una periodista israelí que, sin llegar a ser confirmada por la misma reportera, corrió como la pólvora.

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La periodista aseguraba que Hamás había asesinado y decapitado a 40 bebés después de que su única fuente, un soldado israelí, no llegara a confirmárselo. Eso ocurrió cerca de las siete de la tarde. Casi dos horas después, desde el ejército de Israel, confirmaron que desconocían la noticia.

Con el paso de los días toco se fue calmando, pero nadie pudo comprobar la veracidad de estos hechos contra los niños en la región. Israel intentó sacar de nuevo a la luz el tema, pero, para entonces, en el conflicto, tanto la verdad como la mentira ya se habían mezclado. Las redes sociales están provocando la aparición de fake news y de noticias que son difíciles de contrastar.

La desinformación, un arma más en los conflictos bélicos

Lo que sucede en el campo de batalla no es lo único de alcance sin precedentes en décadas cuando hablamos de este conflicto de Gaza. La propaganda o la desinformación son algunos de los recursos que se utilizan de cara al exterior para mandar un determinado mensaje. En esta era de las nuevas tecnologías, las redes sociales se han convertido en la principal herramienta utilizada.

Uno de los escenarios que está divulgando prácticamente sin control fake news sobre el conflicto que se está produciendo en Gaza es X, la red social antes conocido como Twitter. La llegada de Elon Musk ha provocado que sea más fácil consumir este tipo de información debido a que la compañía flexibilizó las reglas de la plataforma. Además de despedir a la mayoría de las personas que se ocupaban de verificar bulos, es muy difícil controlar las cuentas verificadas, aquellas que cuentan con un check azul.

La Linterna ha tratado de descubrir las consecuencias de la desinformación en un conflicto como el que estamos viviendo ahora en Gaza. Jesús Pérez, analista de Seguridad y Defensa y creador del blog 'guerrasposmodernas.com', explica en La Linternasi la desinformación es algo con lo que siempre se ha jugado si hablamos de un conflicto bélico: “Parece que las víctimas son la única verdad, por lo que, cada bando pone el foco en su condición de víctima”. El experto resalta que nos encontramos en una situación muy peculiar: “Es una guerra muy asimétrica. Hay un Estado como Israel que tiene un ejército regular y otro que tiene actores no estatales que es Hamás. Lo que hace el bando débil es presentar a sus víctimas para ganar foco. La batalla de la información, en este caso, se convierte en una batalla por las víctimas”.

El Ejército de Israel niega ser el autor del ataque ejecutado el martes contra un hospital en la Franja de Gaza, suceso que se saldó con al menos 500 muertos, y ha sostenido que la ausencia de un cráter consistente con sus municiones demostraría que no está detrás del suceso, del que ha sido acusado por las autoridades palestinas y los gobiernos regionales. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han reiterado su postura de que el ataque fue causado por el impacto de un proyectil disparado por Yihad Islámica.

“Aquí no hay que entrar a debatir las narrativas”, sostiene el experto sobre ambos bandos culpándose sobre un mismo hecho. “Lo que ha sucedido es que se ha democratizado la verificación, porque, anoche mismo, ya teníamos a personas desechando vídeos y verificándolos. Por un lado, se ha abierto la veda. Todo el mundo emite información, incluso los grupos terroristas, y, por otro lado, tenemos el papel de la sociedad civil que salen a la palestra como expertos”. Al entrar en juego las redes sociales, los ritmos, para los medios de comunicación, se aceleran.

"Se sienten aliviados de que les hayan desviado el foco"

Ahora la guerra de Ucrania está en un segundo plano debido al conflicto entre Israel y Hamás, Jesús Pérez desvela cómo “Hamás ha dicho que están en contacto con Rusia y ellos se sienten aliviados de que les hayan desviado el foco. La cuestión fundamental es que Estados Unidos ha dicho que pueden mantener dos líneas logísticas de apoyo a Israel y Ucrania, pero el tiempo de los medios de comunicación es limitado. Vamos a ver cuántas semanas vamos a manejar por inercia hasta que sucedan cosas en Ucrania que reflejen que la ausencia de los políticos y de la sociedad tenga efectos sobre el terreno”.

Las fake news son una herramienta que se ha utilizado siempre en este tipo de conflictos y que debe ser bien gestionada por los periodistas que dan la información. Sin embargo, las redes sociales impulsan cada vez más rápido estas noticias falsas que son utilizadas como arma de guerra para influir sobre todo de cara al exterior.