Eran las ocho de la mañana del 28 de diciembre y Pamplona amanecía nublado y los termómetros marcando 7 grados y con un 5% de probabilidad de lluvias. Los kioskeros subían las persianas de sus negocios y colocaban las muestras de los principales periódicos del país. Todos coincidían en tres palabras: moción de censura.

Al tiempo que la radio informaba de lo que será la noticia del día, varios furgones de Policía Nacional empezabn a rodear la sede socialista en la capital navarra. El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, confirmaba en una entrevista matinal que acudirían a la sesión de moción de censura escoltados. En paralelo, Cristina Ibarrola de UPN, daba su opinión en los micrófonos de Herrera en COPE.

Mientras tanto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, critica con dureza el pleno que se va a celebrar en cuestión de minutos en el Ayuntamiento de Pamplona. La alcaldía de la ciudad está a punto de recaer en las manos de EH Bildu con el apoyo del PSOE.

A las 10 de la mañana, la Plaza Consistorial de Pamplona estaba vacía, con la única presencia de los medios de comunicación que se aseguran un lugar desde el que captar cada instante del pleno. A las 11, empezaban a llegar manifestantes de EH Bildu. Media hora más tarde, aparecían los simpatizantes de UPN. La entrada del Ayuntamiento de Pamplona estaba vallada. Tres furgonetas de Policía Nacional se habían apostado junto a Casa Seminario y otras dos se habían situado al sur de la plaza.

Cuando daban las 11:30 de la mañana, empezaban a llegar al Ayuntamiento los parlamentarios de las diferentes formaciones. Los aplausos a la llegada de los representantes de EH Bildu, con Laura Aznal a la cabeza, dejaban entrever la mayoría de simpatizantes de la formación abertzale en la plaza.

A las 11:47 de la mañana, antes de que comenzase la moción de censura, se celebraba un pleno extraordinario de menos de seis minutos que se convertía en la más pura antesala de lo que estaba a punto de suceder. La sesión más tensa del año. La todavía alcaldesa, Cristina Ibarrola, daba por finalizada la sesión extraordinaria y los semblantes del equipo de gobierno hablaban por sí solos. En el exterior, se muestra una bandera de España y la respuesta no se hacía esperar.

UPN KANPORA, es decir, “UPN fuera” y comenzaba la moción contra Cristina Ibarrola. Tomaba la palabra Koldo Martínez. El presidente de la mesa, por edad, hacía un repaso de lo que, en opinión de la oposición, ha llevado a presentar esta moción de censura mientras hace un recordatorio de las reglas de juego: intervenciones breves de no más de 6 minutos.

Una breve intervención de Ibarrola

Tras una breve intervención, Cristina Ibarrola sentenciaba: “Ustedes representan la mentira”. Tras su exposición, es el turno de Marina Curiel, portavoz del PSN, el portavoz de Geroa Bai, Mikel Armendáriz, el del Partido Popular navarro, García Adanero, y el portavoz de Contigo Zurekin, Txema Mauleón. EH Bildu rehusa la oportunidad de hablar. Ya lo habían dicho todo y por tanto, finalizaba el debate y comenzaba la votación.

Tras las paredes del consistorio, Joseba Asirón recibía el bastón de mando de Pamplona. En el exterior, las charangas se entremezclan con los silbidos. En la plaza Consistorial, la presencia de simpatizantes de EH Bildu se hacían notar. Ondeaban banderas de Palestina, Navarra sin corona y la ikurriña. Las miradas se dirigían hacia el balcón del Ayuntamiento, donde estaba a punto de salir a saludar Joseba Asirón. En paralelo, Cristina Ibarrola abandonaba el ayuntamiento entre gritos de “llorona” y “agur”.

Joseba Asirón estaba a punto de abandonar el Ayuntamiento entre aplausos, pero antes toma la palabra en rueda de prensa. Y a la salida del consistorio, los parlamentarios de EH Bildu despidían entre aplausos a los socialistas. Se acababa de consumar la moción de censura en Pamplona.

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¿Es Navarra algo que reclamen legítimamente los nacionalistas? ¿Cuál es el encaje de Navarra en la historia de España?

El profesor de Hisotoria de la Universidad CEU San Pablo, Emilio Sáenz Francés, comentaba sobre cómo llegó el reino de Navarra a ser parte de Castilla que tenemos que remontarnos a tiempos de la Reconquista. "A Partir de la invasión musulmana del 711 van surgiendo en el norte de España distintos proyectos políticos que buscan en una mezcla entre la tradición heredada de los visigodos, de las realidades locales que intentan responder a esa invasión y en torno al año 850 surge entre otros el reino de Pamplona que pronto será el Reino de Navarra".

"Va a ser una de esas fuerzas que van a llevar adelante la reconquista con un territorio que va a cambiar mucho con el paso del tiempo, pero que tiene una característica fundamental: al final dos realidades, si lo quieres decir más potentes, Castilla y Aragón le van a cerrar el paso hacia el sur. Con lo cual poco a poco se va a ir acogotando por estas dos realidades políticas, Castilla y Aragón, hasta convertirse en una realidad con respecto a sus orígenes, cuando tuvo un rey que se autodenominó incluso rey ibérico, Sancho III el Mayor, a un reino viejo, venerable pero pequeñito en el norte de España".

El reino de Navarra llegó a ser parte de Castilla porque "poco a poco va perdiendo territorio ante, no solamente Castilla, también Aragón, pero sobre todo Castilla, que es la realidad más pujante que acaba cristalizando de la de la Reconquista y en una crisis sucesoria extraordinaria del Reino de Navarra, a comienzos del siglo 16, uno de los reyes más listos e incluso listillos que hemos tenido que es Fernando el Católico".

"Él tenía una gran vinculación personal y familiar con Navarra y decide acabar con el problema manu militari invade Navarra en 1512 y toma una decisión siendo el rey de Aragón que simbólicamente es muy importante, anexiona la Corona de Castilla, lo cual supone que Fernando el Católico reconoce que Castilla es la reina del baile en este momento y lo mejor es que Navarra vaya con Castilla, pero aunque integrado plenamente en la monarquía española, Navarra conserva simbólicamente su condición de reino".

"Y, por otro lado, como otros territorios del norte de España que por su historia también conservan esos fueros, esas legislaciones locales, Navarra también va a conservar sus fueros y desde entonces Navarra, va a ser una parte si lo quieres decir españolísima de la Corona de España".

La importancia de Navarra para Bildu

El profesor explicaba que "Navarra forma parte de una tradición cultural, legislativa, incluso histórica en la cual están también parte territorios del sur de Francia, esas siete provincias que el legendario nacionalista, mucho más que las tres provincias vascas actuales, conformarían una supuesta nación con una identidad propia que es Navarra".

"El ejemplo más claro de que todo nacionalismo que imagina de una manera ideal su historia, todo nacionalismo es irredentista, quiere incluir territorios que no forman parte de su territorio actual en un gran proyecto político, lo mismo que el nacionalismo catalán con su visión de los Países Catalanes. Es lo que es lo que quiere el nacionalismo vasco con Navarra, es lo mismo que quiere el nacionalismo catalán con Valencia o con las Islas Baleares. Es parte de una visión idealista, simbólica, exclusivista que excluye parte de la realidad Navarra y convierte una parte de la identidad Navarra en el todo de la identidad de Navarra, dentro de un gran proyecto que es puro nacionalismo, con algunos de los tintes menos agradables de lo que ha sido el nacionalismo en el siglo XX".