En el año 1946, el político británico, Winston Churchill, se convierte en el primer político británico en defender la integración europea. Su objetivo era evitar que se repitiesen las atrocidades de las dos guerras mundiales y propuso, como un primer paso, crear un Consejo de Europa.

71 años después de las palabras que Churchill pronunció en un balcón de Zúrich, el 29 de marzo de 2017, el nuevo gobierno británico encabezado por Theresa May notificó formalmente a la Unión Europea la intención de retirarse, iniciándose así el proceso de negociaciones para el Brexit. Sin embargo, apostarlo todo a una carta puede ser peligroso, ya que un pequeño error de cálculo es capaz de mandar todo al garete. Y si hablamos de un país, las consecuencias son todavía mayores.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea -lo que conocemos como Brexit- fue un proceso político que empezó como una monumental irresponsabilidad populista de un primer ministro en horas bajas, David Cameron. El mensaje que se mandó a la ciudadanía giraba en torno a recuperar una supuesta soberanía, retomar las riendas y dejar de estar a merced de las decisiones de Bruselas. La palabra 'libertad' se repetía una y otra vez, pero se dijo muy poco sobre lo que iba a suponer para la economía y la vida de miles británicos.

4 años después del Brexit: un acuerdo político que puso el panorama continental patas arriba

El 23 de junio de 2016, un 52% de los británicos apoyó mediante la celebración de un referéndum la salida de la Unión Europea. Para entender las razones que llevaron a los británicos a salir de la Unión Europea, estas son las tres razones a favor y tres en contra, que se utilizaron en ese momento por parte de los políticos.

Algunos de los argumentos a favor fueron los siguientes:

• La pertenencia a la Unión Europea suponía un gasto para el Reino Unido de unos 20.000 millones al año. Si el Estado se ahorra, ese dinero podría destinarlo, por ejemplo, a la construcción de un hospital a la semana
• Reino Unido es la quinta economía mundial y su salida del mercado europeo le permitiría negociar acuerdos más ventajosos con países como India o China.
• Reino Unido recuperaría el pleno control sobre sus fronteras y podría decidir quién entra en el país y a quién expulsa. Este último fue uno de los argumentos con mayor peso en determinadas zonas del país.

Los argumentos en contra:

• Más de 3 millones de empleos británicos estaban vinculados al comercio de la Unión Europea. La pérdida en puestos de trabajo era evidente.
• El comercio con la Unión Europea equivale al 44% de las exportaciones británicas y más de un millón de negocios se verían obligados a comerciar teniendo que pagar más impuestos.
• La salida de Reino Unido acabaría con la libertad de movimientos de los británicos, por lo que sería más difícil encontrar trabajo en el extranjero, hacer turismo o jubilarse en la Unión Europea.

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Consecuencias del Brexit para los británicos

Tras casi 4 años fuera de la Unión Europea, una de las primeras consecuencias que vimos cuando se consumó el Brexit fue la falta de mano de obra. Miles para el sector cárnico y otros miles para el sector servicios. Y no tener esa mano de obra se tradujo en estanterías de supermercados vacías, en residencias sin personal especializado y en colas eternas para poder llenar el depósito de gasolina.

En España hemos hablado mucho de los precios de la cesta de la compra. Nosotros cerramos el año con una inflación del 3,4%, Reino Unido terminó el 2023 con un 4%. En España hablamos muchos de los tipos de interés y de las hipotecas, pues en el país británico, los tipos se sitúan en el 5,25%. 14 subidas consecutivas y en la Unión Europea están al 4,5. Y todo esto se traduce en que hacer la compra, pedir un crédito o pagar una hipoteca es más caro en Reino Unido que en España.

Estos datos pueden hacernos pensar que la salida de la Unión fue un mal negocio para los británicos. James Burns, escritor, periodista y director de la British Spanish Society, explica en La Linternaque “de aquí a menos de un año habrá elecciones generales y ahí veremos si hay un cambio, al Partido Laborista, que está más dispuesto a negociar con la UE y, tal vez no entre de nuevo, pero sí que fortalecería las relaciones”.

¿Ha mejorado economía en Reino Unido tras la salida de la Unión Europea?

Hace unas semanas el alcalde de Londres encargó un estudio sobre el impacto del Brexit en la economía británica y este estudio aseguró que la economía del Reino Unido habría perdido 162 mil millones de euros desde que salió de la UE y se prevé que vaya a perder otros 361 mil millones hasta el año 2035. Aun así, nosotros también hemos perdido. Fíjate, antes del Brexit, España tenía una base de 100-150.000 trabajadores en Reino Unido. Ahora, ese número ha bajado considerablemente.

Dos de los sectores en los que se puso foco cuando empezó el Brexit fue el de la automoción y las aerolíneas. Y en ese sentido, la destrucción de empleo no ha sido tan fuerte como se preveía. Aun así, si nos fijamos, por ejemplo, en el sector sanitario, la pérdida ha sido notable. Reino Unido importaba muchos trabajadores de la Unión Europea y ahora, todos esos médicos y enfermeros franceses o españoles, se han marchado. Ahora les llegan de zonas como India, Asia, África...

Miguel Janín, propietario de London Property Partners, una empresa que se dedica a asesorar a familias que gozan de un patrimonio económico y que quieren invertir en el sector inmobiliario en Londres, continúa trabajando en el país tras el Brexit. “Aunque ha habido contrariedades y el sentimiento general de la población británica es que ha sido un error el Brexit y, seguramente volverían a la UE, el país busca los medios para salir adelante”, sostiene. Reproduce el audio para escuchar las entrevistas completas.