Lesly, de 13 años, y sus hermanos -de nueve, cinco y un año- fueron encontrados por el ejército hace tres días en medio de la selva amazónica. Los cuatro menores llevaban 40 días sobreviviendo entre árboles que llegan a alcanzar los 40 metros de altura, lluvias constantes y la presencia de numerosos peligrosos como serpientes, jaguares o plantas venenosas. Esta situación ha complicado su rescate.

Los menores habían sobrevivido, previamente, a un accidente aéreo en el que fallecieron su madre, el piloto y otro adulto. Tras vivir esa tragedia, lograron mantenerse con vida durante más de un mes. Un auténtico milagro que ha dado esperanza a toda Colombia.

"Sabían por dónde caminar, qué cosas comer, qué cosas no tocar... "

Liliana González, trabajadora social del Hospital Militar Central de Bogotá, explica en La Linterna como este caso le ha conmovido: “No había vivido nunca una experiencia como esta”. La trabajadora social explica que los niños se encuentran, en estos momentos, en recuperación: “Están en un espacio de resiliencia y de acomodarse a su nueva realidad. Su salud va muy bien”.

La hermana mayor, Lesly Jacobo Bonbaire, se ha convertido en una auténtica heroína con tan solo 13 años. Ella ha sido la encargada de cuidar a sus tres hermanos en una auténtica odisea. “Buscamos que ella acepte la valentía con la que afrontó la situación y que pueda continuar su vida dentro de la normalidad”, cuenta Liliana. Sobre la responsabilidad de la joven, sostiene que “es una habilidad que desarrollamos las mujeres. Es esa capacidad de darlo todo por continuar y por salvar a los que tenemos alrededor”.

Los otros pequeños -Solecni Ranoque, de 9 años, Tien Noriel Ranoque, de 4 y Cristin Neryman Ranoque quien cumplió un añito durante la asombrosa travesía de los menores- se encuentran en un momento delicado: “Hay que tener en cuenta que vienen de un espacio de aislamiento de 40 días y se encuentran con una realidad donde hay un grupo de profesionales que están pendientes de sus necesidades. No ha sido tan fácil”. La trabajadora social explica con la familia la comunicación es más fluida que con los especialistas, que “es más distante”, aunque “responden y sonríen, pero hay que darles su espacio de tiempo para que se ubiquen”.

Liliana González recuerda el instante en el que los encontraron y lo que sintió: “Es un momento lleno de alegría, de esperanza y de confrontación, porque nosotros no estamos conformes con nuestro día a día y saber que esos cuatro guerreritos sobrevivieron 40 días en las dificultades de la selva, te hace sentir afortunado de estar en contacto con ellos y agradecido porque han sido valientes”.

Los cuatro niños pertenecen a la etnia huitoto, a la que pertenecen cerca de nueve mil indígenas a lo largo de los cursos de los ríos Caquetá y Putumayo, en el sur de Colombia. Son comunidades nómadas y suelen subsistir desplazándose cada pocos años por la selva. “Vemos como ese grupo de hermanos se cuidó entre ellos. La catástrofe les dio la fuerza necesaria para sobrevivir y creo que también la cultura a la cual pertenecen. Sabían por dónde caminar, qué cosas comer, qué cosas no tocar... lo más valioso que tiene esta familia es su cultura”.