El martes, el Consejo de Ministros aprobó la dotación económica de 330.000 euros para realizar un curioso experimento en la isla canaria de la Gomera esta misma semana. Se trata de un simulacro para comprobar la aplicación de móvil que el gobierno prepara para rastrear casos de coronavirus.

El experimento es este. La Gomera tiene unos 22.000 habitantes. De ellos unos 3.000 se descargarán en sus móviles esta app de prueba.

Durante estos días, hasta el 13 de julio, circularán por La Gomera 300 técnicos que simularán estar contagiados. Ellos, también llevarán esa aplicación instalada y se moverán libremente por toda la isla.

Un código cifrado y confidencial

En teoría, a través de la aplicación, los móviles de esos 300 señuelos y los de los ciudadanos que la tengan instalada se intercambiarán un código cifrado y confidencial si se cruzan en algún momento y pasan más de 15 minutos a menos de 2 metros. Por ejemplo, en la terraza de un bar o en la fila de un supermercado.

Al cabo de unos días de moverse libremente por la Gomera, esos 300 técnicos que simulan la infección dejarán de moverse, como si realmente hubieran sido detectados como casos positivos de coronavirus y les pusieran en cuarentena.

Es entonces cuando la aplicación se activa. Porque será entonces cuando los usuarios que se hayan cruzado con ese infectado simulado recibirán un mensaje advirtiéndoles que han estado cerca o en contacto con una persona contagiada.

Se trata de comprobar que el sistema funciona correctamente, que se intercambian lo datos y que se avisa en tiempo y forma. Esta será la prueba, luego las comunidades autónomas deben decidir si se apuntan o no a este sistema. En cualquier caso, necesita tiempo y no estaría plenamente operativo hasta después del verano.

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