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Buenos días. Sigues en La Mañana del fin de semana de COPE en la que seguimos mirando a Corea del Sur. Estamos en el Puente de todos los Santos, una fecha que en medio mundo ha sido invadida por la celebración de Halloween importada de EEUU. También en Corea del Sur y muy en especial en el centro de Seúl, en uno de los barrios más famosos de la capital, en Itaewon. ¿Por qué? Porque muy cerca se ubicó una base militar estadounidense, porque habitualmente se congregan allí jóvenes de toda las partes del mundo en una de las zonas de marcha más concurridas. Hay bares, restaurantes, locales de copas, discotecas… A todos se nos viene a la cabeza un sitio similar de cualquier capital. Y en una noche como la de este sábado todo estaba abarrotado.

Se estima que más de 100.000 personas habían acudido a la zona. Eran las diez y media de la noche, hora local, cuando en medio de esa masificación se produce una estampida. De momento, se desconoce el origen, pero sí las consecuencias. La multitud empieza a avanzar, comienzan a producirse tapones, con cientos de personas apiñadas y sin poder avanzar en una calle muy estrecha de apenas unos seis metros de ancho cerca del Hotel Hamilton de Seúl.

En ese momento comienzan las escenas de pánico. De los que no pueden salir porque están atrapados entre la masa y de los que intentan sacar cuerpos como pueden.

Ahí, en los vídeos de testigos que hemos podido ver, se ven a decenas de cuerpos tendidos en el suelo mientras les intentan hacer labores de reanimación.

La escena es dramática. Porque ahí se ven los cuerpos tendidos mientras sigue sonando la música de los locales que sin saber lo que pasaba seguían celebrando su particular fiesta de Halloween.

El dato confirmado a esta hora habla más de 150 muertos, la mayoría por asfixia y 76 heridos graves. Una auténtica tragedia porque hay cerca de 270 personas que todavía no han podido ser localizadas.

En Seúl son ocho horas más y en unos minutos vamos a intentar hablar con un testigo, con un arquitecto costarricense que vive en Seúl y que estaba en la zona en el momento de la estampida.

Todo ello en un día en el, que en España, sí, ha habido que retrasar una hora el reloj. Hace no tantos años, hoy a esta hora se insistía a los más despistados de que tenían que actualizar las manecillas. Una vez que los aparatos digitales se han ido imponiendo a los analógicos, la mayoría se actualizan solos, como el smartphone que tienes en el bolsillo o en la mesilla y desde el que, probablemente, nos estés escuchando ahora mismo.

No vamos a entrar en el clásico debate de los defensores y de los furibundos detractores del cambio horario. Sí es momento para recordar una propuesta de la Comisión Europea para eliminar el cambio horario.

Hace cuatro años realizaron una encuesta en la que 4 millones 600.000 europeos -el 84% de los que respondieron la pregunta-, se decantaron a favor de acabar con el cambio horario. Un 16% dijo que mejor seguir igual.

El caso es que un año después, los eurodiputados dijeron que adelante, pero lo han ido aplazando hasta hoy. Y, claro, en un contexto de máxima incertidumbre, con la guerra en Ucrania, con la crisis energética, con los precios disparados, dile a la Comisión Europea que por qué no ejecuta esa decisión. Y la respuesta te la puedes imaginar: ahora mismo no está entre nuestras principales prioridades.

Con la entrada del horario de invierno, en este penúltimo día del mes de octubre, en medio del Puente de Todos los Santos tenemos imágenes. Te hablo de las playas llenas.

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Hay que decir que hoy bajan las temperaturas. Que los que ayer estuvieron en la playa del Sardinero, en Santander, o en la Concha de San Sebastián con máximas de casi 30 grados pues hoy les va a costar llegar o superar los 20.

En cambio, en el levante, y en el sur, no. Siguen con registros muy agradables y eso ha permitido a hoteles y alojamientos de todo tipo registrar una ocupación muy alta. En el caso de la Comunidad Valenciana supera en muchos puntos el 80%. El turismo nacional se mueve, se ha podido comprobar en las carreteras, y, además, en esa cifra cobra especial relevancia el turista extranjero, fundamentalmente, alemanes, británicos y franceses.

Sí que es más habitual que en los puentes que se acercan al invierno, como en este de Todos los Santos, se cuelgue el cartel de completo en los alojamientos rurales. Lo ha comprobado María, que tiene una casa rural en León.

El sector del turismo que, unido al de la hostelería, sigue aguantando el tipo y este verano y en este primer mes del otoño ha servido para amortiguar el frenazo de la economía y la bajada del consumo.

Vamos ya con una de las ausencias que más se ha notado en un acto público en los últimos años. El PSOE celebraba en Sevilla los 40 años de la victoria de Felipe González en las elecciones del 82. Fue un triunfo aplastante, con 202 diputados en el congreso, nunca después repetido, y que muchos historiadores lo sitúan como el fin de la transición, esa que pretenden borrar los socios que Sánchez metió en la Moncloa.

El protagonista de esa victoria fue Felipe González pero uno de los artífices fue Alfonso Guerra. Hay una foto que forma parte de la historia de España y es la de los dos saludando a la multitud desde una ventana del hotel Palace de Madrid. Era octubre de 1982 y a partir de ahí esa alianza razonablemente bien fijada les permitió permanecer unidos en el poder durante 10 años. Se produjeron altibajos, como en toda relación, pero los papeles los tenían bien definidos: mientras Felipe González se ocupaba de la dirección del Gobierno, Guerra de la del partido.

Guerra, por tanto, fue fundamental en aquel PSOE que estos días recuerdan Sánchez y los socialistas de nuevo cuño. Pero Guerra no comulga ni con sus pactos con Bildu, ni con las cesiones a los separatistas catalanes ni con la entrada de los populistas en Moncloa. Esto lo ha dicho y como a Sánchez sólo le gusta que le adulen, ordenó.. mejor no le invitamos y nadie se entera.

Pero nos enteramos y a última hora, forzados y no convencidos, le invitaron. ¿Qué dijo Alfonso Guerra? Que se quedaba en casa, que se resiste a blanquear todo esto así que su nombre quedó para que le recordara Felipe González.

Felipe González que, precisamente recordaba esa foto que te contaba en la ventana del hotel Palace, los dos con las manos entrelazadas.

Más ausencias. Ocho de los nueve presidentes autonómicos que tiene el PSOE no estuvieron en este acto. Cada uno ha ido justificando sus motivos, algunos tirando del clásico de motivos de agenda, pero hay que tener clara una situación. En mayo hay elecciones autonómicas y muchos se la juegan. Viendo el desgaste de Sánchez y su gobierno, están convencidos de que si caminan por libre el resultado será mejor. Sólo acudió Guillermo Fernández Vara, el presidente de la Junta de Extremadura, que siempre ha mostrado una sintonía especial con Felipe González.

Y luego los coletazos de la ruptura de las negociaciones para la renovación del consejo general del poder judicial. Desde el Gobierno han emprendido una campaña con todos los mecanismos con los que cuenta Moncloa para poner en cuestión el liderazgo de Núñez Feijoo. Como si los que se suman a ea campaña, bien desde el PSOE o desde las terminales mediáticas que les apoyan, le fueran a votar alguna vez.

Sánchez sale especialmente retratado. Porque no solo quería poner en la misma bandeja la necesaria reforma del poder judicial con la innecesaria rebaja de las penas por el delito de sedición. Es que antes de depender de los separatistas, antes de llegar a la Moncloa, el propio Sánchez abogaba por endurecer esas penas.

Lo de Junuqeras y compañía no era sedición sino un delito de rebelión, que implica penas, más duras. Cómo hemos cambiado ¿verdad Sánchez? ¿Hay algún resquicio que permita retomar las negociaciones? No a corto plazo ni tampoco a medio porque el PSOE va a seguir adelante con la rebaja del delito de sedición y es un elemento, una línea roja para el PP.

A las asociaciones de jueces ya solo les queda una esperanza. Que Bruselas actúe y que presione a España para que ese acuerdo para despolitizar la justicia se logre cuanto antes.