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La editorial del director de La Mañana del Fin de Semana, Antonio Herraiz, ha tenido un recuerdo para las víctimas mortales del grave incendio del barrio del Campanar de Valencia, a los afectados que se han quedado sin nada y a las investigaciones que se llevan a cabo para esclarecer por qué se expanden tan rápido el fuego y buscar dónde y por qué se produjo la chispa que inició esta tragedia.

"Las pesquisas de la Policía Científica y de la Judicial van dirigidas a los materiales de esa fachada y del resto del edificio. Primero se apuntó al poliuretano, que actúa como lanzallamas, pero la patronal que representa a esta industria niega que ese bloque contuviera ese material. Se ha hablado después del polietileno que gotea fuego, una resina inflamable con la que se rellenan o se pegan las placas de aluminio con las que se revisten fachadas como la del edificio arrasado por las llamas. Lo último que se ha señalado es a la lana de roca, que en teoría debería ser seguro contra el fuego. Sea como fuere, está claro que ahí había un acelerante de las llamas, que actuó como una TEA y es lo que se tiene que aclarar.

Este es uno de los frentes que aún permanece abierto. El de la investigación. El otro pasa por atender a los que lo han perdido todo. Este sábado, contrarreloj, han continuado los trabajos para acondicionar 131 viviendas propiedad del Ayuntamiento de Valencia".

¿Hasta cuándo va a seguir amarrado a su escaño, Ábalos?

"Al margen del incendio, la semana que empieza va a seguir arrastrando un interrogante con un protagonista claro. ¿Hasta cuándo va a seguir amarrado a su escaño en el Congreso el diputado del PSOE, José Luis Ábalos? Porque el denominado como caso Koldo, desde el viernes, o incluso antes, ha pasado ya a ser el caso Ábalos. Y esta evolución es así por todos elementos que señalan al exministro.

Un asesor como Koldo García, por mucho peso que tuviera, por mucha influencia que ejerciera en el ministerio, no tiene capacidad para facilitar contratos millonarios a una empresa si no es con la mediación, el impulso, o la influencia de su superior, es decir, del entonces ministro de Fomento.

Y aquí hay un dato clave. La empresa fantasma del caso Koldo no tenía apenas actividad antes de la pandemia. En poco más de un año, de marzo de 2020 -cuando nos confinaron a todos en casa de forma ilegal-, hasta julio de 2021 facturan a la administración más de 52 millones de euros. En esos contratos, predominan la venta de mascarillas. Mientras tú estabas encerrado en casa, siguiendo a pies juntillas las imposiciones del Gobierno, mientras te perseguían y te multaban si te entretenías mucho en tu camino a la compra o paseando el perro, otros hacían negocio.

No parece casualidad tampoco, y por eso lo del caso Ábalos, y no sólo el caso Koldo, que esta empresa fantasma -SOLUCIONES DE GESTIÓN Y APOYO A EMPRESAS- dejara de hacer negocio con la administración justo en el momento en el que Ábalos sale del Gobierno.

No es fruto de la improvisación, ni mucho menos, que el primer gran contrato de esa firma pantalla, que ascendió a 20 millones de euros, fuera, con Puertos del Estado, que es una empresa pública que, ¿de quién depende? Pues eso, del Gobierno, del Ministerio y de la que, oh casualidad, Koldo García. Así podríamos seguir con todos y cada uno de los negocios que en ese año y medio firmaron hasta facturar esos cerca de 55 millones de euros.

Incluyeron contratos con el Ministerio del Interior, y con los Gobiernos de Baleares y Canarias, a cuyo frente estaban dos socialistas, hoy muy bien colocados tras no retener el poder en sus comunidades, Francina Armengol, presidenta del Congreso, y Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial.

Hasta ahora, el Gobierno y en el PSOE se habían escudado en que de la investigación no se desprende ninguna responsabilidad penal de Ábalos. Claro, como que sigue amarrado a su escaño para mantener el aforamiento, que es lo que más le interesa en este momento de la instrucción. Sólo puede investigarle el Supremo y no el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Pero en esta trama corrupta, con mordidas millonarias que han permitido a su mano derecha acumular comisiones por valor de más de un millón y medio de euros en tiempo récord, lo que hay también es una responsabilidad política.

Tanto si Ábalos conocía los negocios de su hombre de confianza y los permitió como si no fue vigilante y se la coló, poco probable conociendo la gran capacidad del exministro. Ábalos ha vuelto a repetir que se niega a dimitir. Entonces, si eres diputado puedes seguir en el Congreso aunque la corrupción te acorrale. Curioso argumento.

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En Moncloa y en Ferraz son conscientes de la dimensión que está adquiriendo este caso de corrupción a gran escala. La salida de Ábalos debe de ser un cortafuegos inmediato. De ahí las palabras de María Jesús Montero el viernes y lo que ha dicho este sábado el propio Pedro Sánchez.

Implacable contra la corrupción caiga quien caiga. Y lo dice el que rebajó las penas por el delito de malversación para beneficiar a los delincuentes separatistas. Lo dice el que pretende amnistiar cuando no indultar a todos los que han dilapidado cientos de millones de dinero público para el delirio del procés. Y lo sostiene después de que Koldo, el gran protagonista de esta trama corrupta, pasara de ser portero en un puticlub a formar parte del club Sánchez tras custodiar sus avales en aquellas primarias socialistas de 2017".