Se acaban de cumplir 53 años del último asesinato cometido por un hombre nunca identificado... no conocemos su nombre, solo su apodo: ‘Bible John’, Juan el de la Biblia.

Para tratar de identificar a este asesino en serie, la policía escocesa puso en práctica una estrategia a la que, hasta aquel momento, nunca antes había recurrido: compartió información confidencial (a través de los medios de comunicación) para intentar llegar hasta él con la colaboración ciudadana. Además de dar a conocer detalles de la investigación, se difundió un retrato robot del sospechoso.

EL RETRATO ROBOT

Para conocer más detalles de cómo se realizan este tipo de investigaciones, hemos invitado a La Noche de Adolfo Arjona aJosé Carlos Beltrán, inspector jefe de la Policía Nacional, jefe de la sección de antropología forense de la policía científica al que le hemos preguntado para empezar, cómo se hacían los retratos robot en los años 60. ‘Es un proceso largo en la historia, ya se hacía antes de esa década como retrato artístico’ asegura el inspector Beltrán; ‘a partir de los sesenta se van introduciendo fotografías, composiciones más o menos laboriosas que incluso se llevan en un maletín para poder desplazarse donde están los testigos y poder hacer una composición del rostro a través de los dibujos de los distintos segmentos faciales y a partir de ahí se construye un rostro a raíz de la declaración de la víctima’.

El retrato robot no solo se emplea en casos de cierta envergadura. ‘La filosofía es facilitar la investigación, pero principalmente es la necesidad de los grupos de investigación de orientar esa investigación de una forma más concreta’ dice José Carlos Beltrán; ‘a veces la policía tiene que partir casi de cero y lo único que puede disponer es la mera descripción del testigo o de la víctima’.

EFICACIA

El inspector Beltrán asegura que el retrato robot es muy eficaz, aunque depende de las circunstancias. ‘Realmente es un método de investigación muy delicado no solo por las variables que se pueden dar por la objetividad de los testigos o de la víctima y el grado de subjetividad que tiene. Nosotros somos meros intermediarios especializados en técnicas muy concretas para poder plasmar esa idea y ese concepto que tiene el testigo, por lo tanto, la efectividad del retrato robot la tiene el propio testigo’.

DE PELÍCULA

Todos hemos visto alguna vez en las películas que la policía distribuye un retrato robot para que se publique incluso en medios escritos o en televisión y parece que actualmente este método se emplea poco, pero el inspector Beltrán nos pone un ejemplo real. ‘Todos recordamos el caso del pederasta de Ciudad Lineal, en este caso las víctimas eran niñas en los que los manuales de psicología ponen en cautela el testimonio de los menores, pero sin embargo nosotros todo ese proceso de retratos robot con estas víctimas se guardó en absoluto secreto porque si se difunde a través de los medios también se provoca una alerta al verdadero delincuente y nosotros para poder detenerle tenemos que ser muy cautos. Entonces dependiendo del caso, esos retratos se pueden difundir o no’.

Esta noche, en nuestra crónica negra, hemos abierto el expediente de Bible John, un asesino que nunca llegó a ser identificado y pudo seguir viviendo con total impunidad, sin responder por sus crímenes.