Por su tono amable, sus formas educadas y su aspecto bonachón, cualquiera habría dicho que José Antonio era un buen tipo. Pero el de este hombre es un claro ejemplo de que las apariencias engañan.

Siendo muy joven, a José Antonio Rodríguez Vega su madre lo echó de casa por agredir a su padre enfermo... e inmóvil en una cama. Aquello despertó en él un odio que volcó en otras mujeres... a las que violó sin piedad. En 1978, a sus 21 años, fue detenido y enviado a prisión para cumplir una pena de 27 años, aunque apenas pasó ocho años entre rejas. Cuando recuperó la libertad, el violador se transformó en un asesino en serie.

Sus víctimas siempre tenían el mismo perfil: todas eran ancianas y todas vivían solas. Antes de actuar, José Antonio estudiaba a cada una de ellas con detalle: cuándo y dónde salían, quiénes pasaban de visita por su casa, cuáles eran sus gustos... sus aficiones... Y entonces, ponía en marcha su salvaje plan: primero se ganaba su confianza con su falsa faceta de hombre encantador y las visitaba para darles su compañía.

Cuando ellas creían haber encontrado un amigo, él pasaba a la acción: primero violaba a aquellas mujeres en su propia casa para, después, matarlas brutalmente y siempre con la misma técnica. Les tapaba la nariz y la boca para así, provocar un fallo en los pulmones y el corazón que los forenses confundieran con una muerte natural, nada extraño en mujeres de avanzada edad. Entre 1987 y 1988, violó y asesinó a dieciséis ancianas... un historial que los presos de la cárcel donde cumplía condena no pasaron por alto: en 2002, el asesino era asesinado. Recibió más de cien puñaladas... y le sacaron los ojos y parte del cerebro. Es la historia de José Antonio Rodríguez Vega, apodado 'El Mataviejas'.

Esta noche nos adentramos en esta historia de la España más negra... una historia que nos sitúa en la década de los 80 del pasado siglo XX: la de un hombre condenado por la violación y el asesinato de dieciséis ancianas.

Alberto Frutos es autor del libro "En la escena del crimen. Dos siglos de crónica negra en España" yha estado en la Noche de Arjona para ayudarnos a abrir este experdiente.

EL PERFIL

José Antonio Rodríguez Vega nació en Santander en 1957. Contábamos que su madre lo echó de casa por agredir a su padre, que estaba enfermo e impedido. 'Ese destierro elevo ese desprecio que ya sentía por la mujeres, no hay que olvidar su comportamiento agresivo no solo con su madre sino también con su hermana y que abre la espita de su posterior carrera delictiva'.

En sus años de juventud, Rodríguez Vega era conocido como 'el violador de la moto”.

Fue detenido en 1978, aunque la Policía nuncia supo detemirnar cuántas agresiones sexuales cometió. Fue condenado a 27 años de cárcel, pero la condena se redujo sensiblemente porque logró que casi todas sus víctimas le perdonasen. Entre eso y su buen comportamiento en prisión, solo cumplió ocho años.

Cuando fue detenido, estaba casado y tenía un hijo. La mujer lo dejó nada más conocer su detención. Cuando salió en libertad, se volvió a casar con una mujer discapacitada mental que nunca sospechó de él... de que tenía un marido asesino.

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LAS VÍCTIMAS

El violador de la moto se acabó convirtiendo en El Mataviejas. Comentió 16 asesinatos en solo un año: entre abril de 1987 y 1988. 'La primera víctima fue Victoria Rodríguez Morales, una mujer de 61 años asesinada en su domicilio en Santander. Fue la más joven de su historial, la mayoría posteriormente rondaría los 80, incluso alguna sobrepasaba los 90'.

16 ancianas violadas y asesinadas en Santander a manos de un hombre que se había ganado su confianza... ese hombre bien parecido, tan amable, tan educado... que resultó ser un asesino en serie.

En un primer momento, no se dio importancia a nivel criminal a la muerte de las ancianas... creían que se trataba de muertes naturales. Pero tantas muertes en tan poco tiempo empezaron a generar sospechas. La edad de las víctimas fue un factor decisivo en la pistas seguidas por la investigación. 'El perfil invitaba a pensar que la muerte había sido natural y el principal elemento se sospecha fue el exceso de muertes en una ciudad como Santander y en un períod ode tiempo tan corto'.

Cuando la Policía empezó a indagar, descubrió que todas las víctimas fueron visitadas por un técnico del que se hicieron amigas. Incluso encontraron su tarjeta de visita en algunas de esas viviendas.

DETENCIÓN Y JUICIO

Fue detenido el 19 de mayo de 1988 en plena calle. En su casa encontraron prendas de vestir y otros objetos de las ancianas asesinadas. En comisaría, confesó los crímenes.

En 1991, El Mataviejas fue juzgado y condenado por la violación y el asesinato de 16 mujeres. 'Fue un proceso muy mediático por el número de víctimas'

A pesar de que confesó tras su detención, en el juicio se declaró inocente. Los psiquiatras y forenses determinaron que era un hombre muy inteligente y plenamente de sus actos, un psicópata.

La Audiencia Provincial de Santander lo condenó a 432 años de cárcel. Durante su estancia en prisión estudió Derecho y estaba empeñado en demostrar que era inocente.

El 24 de octubre de 2002, José Antonio Rodríguez Vega apodado 'El Mataviejas' murió en la cárcel de Topas, en Salamanca, a manos de otros presos.

El día que 'El Mataviejas' fue detenido, la Policía encontró en su casa una tétrica habitación: el rojo predominaba en la decoración y tenía expuestos los “premios” que se había llevado de la casa de cada una de sus víctimas: muñecas, joyas, rosarios, piezas de porcelana... toda una colección de fetiches para recordar a Manuela, a Josefina, a Victoria, a Margarita, a Catalina... y así hasta 16 ancianas a las que violó y asesinó.