Somos un 70% de agua. Eso es lo que dicen los expertos. Y precisamente por ese motivo, el agua es tan importante para nuestra salud. Según Joaquin Araujo, no podríamos estar más de cuatro días sin beber agua porque moriríamos. El autor del libro “Somos agua que piensa”, de la editorial Planeta, le ha contado a Adolfo Arjona los principales efectos que causa la falta de agua en nuestro organismo.

Es el principio de la muerte. Así de claro. Así de cierto. Biológicamente, mientras tengamos algo de agua en el cuerpo, tenemos alguna esperanza. Y se ha referido a los órganos y partes de nuestro cuerpo que primero acusarían la falta de agua: “En el cerebro y en los ojos la pérdida de agua supone un camino sin retorno”.

Los efectos psicológicos de morir de sed

Los expertos coinciden: la muerte por deshidratación es muy dura porque nuestro organismo reclama beber y no tiene agua. Además, según Araujo, el efecto psicológico también es devastador. Y la ha definido como una de las muertes más duras.

Y es que cuando estamos más de cuatro días sin beber, el corazón bombea con dificultad y se produce un shock circulatorio. Además, los ojos se hunden y la piel pierde su elasticidad.

Queremos saber si hay alimentos que puedan sustituir al agua para evitar morir de sed. Según Araújo, “todo lo que comemos puede contener desde un 99% de agua como sucede con los vegetales”. Y va más allá: Asegura que ingiriendo insectos podremos absorber agua.

El cambio climático preocupa a los expertos. Y no es para menos. Los expertos coinciden en que en un futuro podría aumentar el riesgo de escasez de agua para beber. Los desiertos están avanzando y la península ibérica corre el riesgo de una gran sequía. Las próximas generaciones podrían vivir situaciones de extremo. Porque sin agua, la vida no es posible.

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