Llevamos años recibiendo información acerca de las terribles consecuencias que el calentamiento global puede tener para el planeta Tierra. Entre otras cosas, ha ocupado portadas y portadas de periódicos, los niños estudian el efecto invernadero en clase y se realizan campañas de concienciación… pero nada. A efectos prácticos no cambia nada y el enemigo invisible del calentamiento global sigue acechándonos.

Aunque, eso podría ser sólo lo que hemos vivido hasta ahora porque la Unión Europea se ha puesto más estricta que nunca en este sentido. Y es que el carbón, el petróleo o el gas natural podrían pasar a la historia después de que se haya fijado el año 2050 como fecha límite para acabar con los combustibles fósiles. De hacerse realidad, se abriría un nuevo período en la economía mundial en general, y en la europea en concreto que, de una manera u otra, repercutiría en nuestros bolsillos y, naturalmente, en nuestra salud.

El profesor de Dirección de Empresas en la Universidad de Sevilla y especialista en Industria y Energía, Rafael Salgueiro, explica en una entrevista en 'La Noche de COPE' que nos encontramos “con una nueva señal de alarma a la ciudadanía y la Unión Europea ha decidido ir más allá de sus compromisos y liderar el cambio hacia una economía baja en carbono, sin perjuicio de que nosotros somos solo el diez por ciento de las emisiones del mundo”.

“Hay una gran cantidad de procesos industriales que necesitan calor en los cuales el gas es irreemplazable y esto está asumido que no desaparecerá”, explica este experto, que añade que, en todo caso, “electrificaremos la economía, en 2050 todos los vehículos serán eléctricos, de esto no cabe duda, los ferrocarriles también, los barcos se moverán probablemente con gas natural y el transporte por carretera utilizará biocombustible mucho más intensamente... este es el camino”.