Si piensas en la figura de un mayordomo, puede que te venga a la cabeza el mítico Geoffrey de la serie 'El Principe de Bel Air'.

Geoffrey ejercía de sirviente de la familia Banks. Sin embargo, existe otro perfil de mayordomo. Aquel que está al servicio de la casa, como Geoffrey, pero que además maneja una inusitada destreza para solventar cualquier tipo de quehaceres y dirige a un equipo muy amplio de personas.

Este tipo de mayordomo -solvente, profesional, director de orquesta con recursos y capaz- es lo que se conoce como el mayordomo del siglo XXI. Se trata de una de las profesiones más demandadas por el sector del lujo y consciente de ello, la International Butler School imparte por primera vez un curso de formación de mayordomos en Madrid. Juan de Dios Orozco, es uno de los organizadores de este curso para mayordomos. 

"Es un organizador, alguien que hace que todo un trabajo de un grupo de personas numeroso, resulte perfecto, sincronizado y adaptado al cliente o al huésped, dependiendo de si se trabaja en una residencia particular o en un hotel", ha descrito Orozco en 'La Noche'.

"El mayordomo ya no recoge el algodón en los campos de Georgia ni se le dan latigazos, naturalmente. Ha evolucionado mucho. Hay que quitarse la idea del mayordomo de Downton Abbey. Es un perfil profesional, un titulado universitario que habla hasta cuatro idiomas", ha añadido.

Al fin y al cabo, la academia te forma para ser el mayordomo perfecto pero... ¿cómo es la vida de un mayordomo? Gerard Dalmau ha sido uno de los ponentes del curso. Trabajaba en el Hotel Ritz de Barcelona, pero cuando este cerró se convirtió en asistente personal. Ambos conceptos  -asistente personal y mayordomo- están "muy relacionados", le ha dicho Gerard a Beatriz Pérez Otín. "Los horarios son complicados porque uno se debe al día a día y a lo que va saliendo un poco sobre la marcha. ¿Estresante? Un poco, como en todos los trabajos", ha subrayado.

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