Hay muchas cosas en nuestra casa que tienen fecha de caducidad aunque no lo parezca. Las fregonas, los cepillos de dientes y los estropajos no duran para siempre. Estos objetos, que en su mayoría utilizamos para limpiar nuestra casa, también necesitan seguir un proceso de limpieza concreto y renovarse cada cierto tiempo. Pero, ¿cómo sabemos cada cuánto debemos lavar los trapos de cocina o cambiar una bayeta?

La respuesta a esta y muchas otras preguntas la tiene la especialista en orden, Begoña Pérez, que, una vez a la semana, nos acompaña en ‘La Noche’ de COPE, junto a Beatriz Pérez Otín, para darnos los mejores consejos en cuanto a orden y limpieza en nuestro hogar.

En primer lugar, Begoña nos recomienda utilizar el sentido común, es decir, la pinta que tengan los objetos en sí mismos, ya que, por ejemplo, con las bayetas o estropajos podemos extender todos los microorganismos y las bacterias. Por eso debemos tener una importante concienciación de limpieza y desinfección, que hemos ganado, en parte, gracias a la pandemia.

En el caso concreto de las bayetas de microfibra, cuentan con una tecnología con capacidad electroestática que es muy importante y hace que cumplan su función mucho mejor. Sin embargo, son algo delicadas y, si tocan la lejía, pierden esa electricidad. Por ello, este tipo de bayetas hay que lavarlas solas, por ejemplo, con un detergente neutro.

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En cuanto a lospaños de cocina, nuestra ordenatriz nos aconseja tener dos, uno para la vajilla, secar y la encimera, que debe ir a lavar todos los días y luego otro para secarnos las manos, que puede aguantar algún día más. Además, es muy importante secarlos muy bien tras su uso para evitar que pueda proliferar el moho.

Las fregonas también podrían agruparse en la categoría de las microfibras, por lo que podemos lavarlas con las bayetas, mientras que el trapo y la escoba van por otro lado, porque tienen materiales distintos.

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¿Cada cuánto debes cambiar tu cepillo de dientes y tu esponja?

Por último, en 'La Noche' de COPE hemos tenido un hueco para hablar de higiene personal, en concreto del cepillo de dientes y la esponja. El primero de ellos hay que cambiarlo cada tres meses, como nos recuerda Begoña Pérez. Además, para acordarnos de ellos, nos aconseja iniciar el cambio a principio de año, de manera que lo cambiemos cuatro veces al año.

La esponja dura algo menos, en torno a dos meses, aunque aquí la pinta que tenga es muy importante. Tenemos que escurrirla muy bien después de su uso y podemos lavarla en el microondas, en un bol con agua y un poco de limón.