No sé si a ti te pasa, pero a poco que afines la escucha, estamos rodeados de multitud de quejas a lo largo del día: que si el ruido, las prisas, los malos humos, la falta de educación, qué caro está todo… ¿Realmente es práctico insistir tanto o hay algo que podemos hacer para mejorar nuestra vida? Por ejemplo, si el origen de tus males está en la vida, en la ciudad, en 'La Noche de COPE' te proponemos este jueves cambiar de aires: una vida más tranquila, y más barata, lejos de los grandes núcleos en los que no todo es tan bonito como parece.

Nacho vivía en Madrid con su familia. Hace cinco años decidieron mudarse a Valsalada, una localidad de 80 habitantes, en Huesca. En la gran capital trabajaba como ingeniero agrónomo en una empresa y decidió romper con el jaleo capitalino y buscaron un lugar donde ver crecer a sus hijas de un modo más tranquilo y feliz. Con solo respirar y mirar al cielo, los habitantes de esta aldea de 80 vecinos podrían subsistir y es que los gastos diarios, cotidianos, cuando nos mudamos a un sitio pequeño, son muy relevantes.

?? Un pueblo con más librerías que bares, en mitad de la España vaciada: "Se puede sacar adelante" https://t.co/7b6sm33Vm7

— COPE (@COPE) February 18, 2023

"Para empezar, el simple hecho de salir a la calle en una ciudad ya te empieza a suponer dinero. Ir a trabajar es un desembolso de combustible, abono transporte... Hagas lo que hagas en una ciudad te cuesta dinero. En el pueblo se nos olvida salir con dinero en el bolsillo, aunque vayamos a tomar una cerveza en el bar del pueblo", destaca Nacho. Es otro concepto tan distinto. En Madrid estás perdido si te dejas el monedero. No te cuento el tema de los hijos y todos los gastos que se derivan.

Los hijos

Nacho tiene dos hijas en edad escolar y ellas también han notado el cambio con muchas ventajas tanto para las pequeñas como para los padres. "Un beneficio que tenemos en esta comarca, que gracias a ello es una de las pocas comarcas de Aragón con crecimiento de población, es que el colegio no está en el pueblo en el que vivimos, sino en el de al lado, y tenemos un servicio gratuito de autobús que los viene a recoger y también tienen comedor escolar gratuito". Teniendo en cuenta que el comedor es una parte importante del presupuesto familiar, es un alivio.

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Y si nos ponemos a hacer cuentas en la compra, los precios de los productos también cambian: "Hay muchos como por ejemplo las verduras de temporada o los huevos que se las compramos a vecinos o hacemos trueques". Pero más allá del dinero, donde han notado una gran diferencia centrándonos en los alimentos, es en el sabor. "Desde luego, no tiene nada que ver la calidad de lo que consumes", destaca.

Nacho siguió trabajando a distancia para su empresa. Pero hace unos años se desligó profesionalmente y han montado una quesería artesanal. Ha sido una primera etapa dura, hasta poner en marcha el proyecto, pero ya viven de este negocio.