Asistir. Acompañar. Cuidar. Amar… Sí, son verbos. Pero adquieren una relevancia especial en el momento del adiós. Ana María ha estado con su esposo Javier hasta el último suspiro asistiéndole, acompañándole, cuidándole, amándole. La vida de este matrimonio cambió hace apenas unas semanas. Javier, a 18 días de jubilarse, sufrió un glioblastoma multiforme que no tenía cura. Al principio, Ana María lo cuidaba en casa. Pero el hospital de cuidados paliativos donde estaban tratándole le recomendaron el ingreso y hasta este domingo, en el que Javier se ha ido para siempre, Ana María y un equipo de profesionales han estado asistiendo, acompañando y cuidando a este hombre, que en paz descanse.

Mientras el Congreso de los Diputados aprobaba hace unos días una proposición de ley de eutanasia, hay médicos y familias que prefieren acompañar y cuidar hasta el final a la persona que va a morir para que, de verdad, lo haga dignamente. En España hay 125.000 personas que necesitan cuidados paliativos, pero menos de la mitad, 60.000, los reciben.

Uno de los lugares donde asisten de manera profesional a las personas que afrontan sus últimas horas de vida es el Hospital Vianorte-Laguna de Madrid. Yolanda Zurriaraín es médica de cuidados paliativos en este centro y nos explica su trabajo.

Pero la asistencia médica no es la única que se da en las unidades de cuidados paliativos como la de Laguna. También es importante la psicológica, tanto para los enfermos como para sus familiares. Para conocer más sobre el trabajo de estos profesionales hablamos con el psicólogo de Vianorte-Laguna, Alonso García. 

Por último, conocemos a Juan Carlos, que desde el miércoles pasado, su madre, Ude, está ingresada en cuidados paliativos en este centro de Madrid. Ella tiene 82 años, insuficiencia cardíaca, un tumor en el estómago y Alzheimer avanzado y gracias a estos cuidados lleva mejor el día a día.