A finales de junio, miles de alumnos y alumnas de toda España conocen ya sus calificaciones de selectividad y llega unos días donde sus decisiones marcarán su futuro laboral. Muchos ya habían elegido su camino académico desde hace años y tenderán siempre por aquellas ramas que le lleven a su trabajo deseado. Sin embargo otros no lo tienen tan claro y acaban guiándose de recomendaciones de familiares y amigos o por aquellas carreras más demandadas.

Las notas más altas de selectividad son las que tienen más posibilidades de elegir entre un gran abanico de posibilidades. Es el caso Carolina Moral, una alumna madrileña de 16 años que rozó la perfección absoluta con una nota de 9,975 en la fase general, siendo lengua castellana la única asignatura donde no sacó un diez. Esta joven, a la cual la adelantaron un curso en primaria, aún no tiene claro dónde va a cursar sus estudios, pero quiere probar con el doble grado de física y matemáticas, ya que los números eran su pasión en el instituto. Acabó Bachillerato con un 10 de media y además compaginaba sus estudios con los entrenamientos de fútbol. La clave para sacar estas notas era la organización y conocer sus puntos fuertes y las asignaturas en las que “flojeaba” más, donde tenía que dedicar un esfuerzo extra, que sin duda ha valido la pena.

Alejandro Fuentes, fue otro alumno que rozó la excelencia en selectividad hace 9 años. Él llevaba años deseando ser arquitecto, por lo que su nota de 13,9 y sus ideas claras le facilitaron el camino a la hora de elegir la carrera que quería cursar. Para él sacar esa nota no fue una ardua tarea, en bachillerato el temario está más enfocado y el objetivo es superar unos exámenes con una estructura siempre similar a la de años anteriores, en la carrera esto no es así y mantener una nota tan alta es difícil. Él tuvo la suerte de encontrar trabajo fácilmente tras acabar su máster, aunque piensa que más que la nota lo importante para que se fijasen en él fue su porfolio.

Aunque una buena nota abra muchas puertas de cara a la elección de la carrera y universidad donde se quiere estudiar, su valía no va más allá de eso. Íñigo Gil, director de servicios de Spring Profesional, comenta que las empresas a la hora de contratar no tienen en cuenta el expediente académico, sí que miran por aquellos que tienen una carrera universitaria aunque los grados profesionales tienen cada vez más fuerza. ADE, sigue siento uno de los estudios más demandados. Matemáticas, una carrera cuyas únicas salidas hace unos años era ser profesor, ahora está cobrando mucha fuerza debido a la necesidad de expertos en Big Data y análisis de datos.