Las agresiones físicas y verbales a los profesores por parte de alumnos y sus familiares han aumentado en los últimos meses, según denunció este miércoles la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF). De esto sabe bien Rocío, profesora y psicóloga clínica en un colegio de Madrid, a cuyo equipo directivo pertenecía.

En marzo de 2018, Rocío y otra docente se dan cuenta de que una alumna de 13 años tiene "unas marquitas en la cara" y estaba "ansiosa y nerviosa". Fue la propia menor la que confesó que estaba siendo agredida en casa.

En ese momento, esta profesora actúa como lo haría cualquier otro profesor: activando el protocolo para estos casos. Llama al 112. Intervienen la policía y los servicios sociales y los padres pierden la tutela de la niña. A partir de entonces, se desata toda una oleada de amenazas muy desagradables contra la profesora que le llevan a pedir la baja: "Me dijeron que sabían cuál era la matrícula de mi coche, que tuviese mucho cuidado al cruzar una calle, porque no iba a vivir más de seis meses". A todo esto, advertencias tan desagradables como que habían contratado a tres tipos para que la violaran. Rocío tiene dos hijos de 17 y 13 años.

ESCUCHA EN 'LA NOCHE' LA ENTREVISTA A ROCÍO, PROFESORA AMENAZADA DE MUERTE POR FAMILIARES DE UNA ALUMNA 

En cuestión de 48 horas desde el momento en que el protocolo fue activado por el colegio, Rocío denuncia, aconsejada por la propia Policía Nacional y agentes tutores, y se celebra un juicio rápido que absuelve a la madre de la niña, una de las personas que le habían amenazado.

"Desgraciadamente, por esas amenazas a mi entorno familiar, tuve que coger una baja por ansiedad", explica la profesora, que no ha vuelto a dar clases desde entonces.