Un capítulo importante en el acuerdo del Brexit es Gibraltar. Y dentro del capítulo de Gibraltar es especialmente importante la situación de los 10.000 españoles que trabajan en el Peñón y que tiene que salir a diario. Es importante, que como contempla el acuerdo, esos trabajadores no sean discriminados. La cosa no va mal y se ha creado una comisión para resolverlo.

En cualquier caso con la negociación del Brexit se está perdiendo una oportunidad para solucionar de una vez por todas la situación de Gibraltar. El Peñón es una auténtica rémora del pasado una colonia en pleno siglo XXI contraria a las resoluciones de Naciones Unidas sobre la materia. Una rémora del siglo XXI que, para sobrevivir, se ha convertido en un nido de actividades ilegales, en una cueva de ladrones.

El Gobierno de Sánchez, en los últimos meses, renunció a exigir una fórmula de soberanía compartida por la falta de apoyo de Bruselas. Tampoco hemos dicho nada sobre el aeropuerto que está construido sobre territorio español.

En un mundo globalizado la soberanía compartida es una buena solución. Perdida la oportunidad ahora lo que hay que hacer es facilitar el libre tránsito y trabajar para eliminar las diferencias de renta entre el Peñón y la Línea.