Las Meninas de Velázquez han tenido un fin de semana más tranquilo. En el Museo del Prado ha habido muchos visitantes, pero las Meninas no han tenido que escuchar las explicaciones de Sánchez, la curiosidad teatral de Boris Johnson, ni la altivez erudita de Macron.

Se fueron los señores de la OTAN y las meninas siguen donde estaban con su inquietante mensaje. En las Meninas de Velázquez, Velázquez se pinta pintando. Intuimos que pinta al Rey y a la Reina, que están fuera del cuadro porque los vemos reflejados en el espejo del fondo. Cuando te pones delante de las Meninas te inquieta que los personajes de la primera fila te miren de manera perturbadora, porque ocupas el lugar del rey y la reina. Delante de las meninas, cualquiera que se pare a mirarlas, todos y cada uno de nosotros somos el Rey y la Reina. No hace faltar ser ni secretario general de la OTAN, ni presidente de la República, ni primer ministro para ser el Rey, el protagonista.