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La celebración del día de la Fiesta Nacional ha sido este año en versión reducida. Reducido el desfile por el coronavirus que ha tenido lugar en el patio de la armería. Reducida la recepción, y sobre todo reducida a cero la elemental concordia que un acto así debe expresar. No ha habido mínima concordia en el desfile porque no hay mínima concordia entre las élites políticas españolas. A la llegada de Pedro Sánchez, abucheos a Pedro Sánchez

Y vivas al Rey.

Querer sacar consecuencias del desgaste del Gobierno por la gestión del coranavirus es bastante ingenuo. Siempre es fácil que se reúnan un puñado de personas, todas absolutamente respetables en su enfado con el Gobierno y que abucheen. Los abucheos siempre son de mala educación. No son los abucheos ni las manifestaciones las que cambian gobiernos sino una oposición que sume. La noticia de la mañana, así estamos, han sido las caras de unos y otros.

El breve saludo con caras largas de Sánchez, Ayuso y Almeida. Hay que ver que pronto se han acabado los gestos cariñosos y educados del encuentro de las mil banderas. Ahora uno y otra han calculado que les viene bien el enfrentamiento.

Día de la Fiesta Nacional, oración por los caídos. Hoy podemos sumar a los más de 50.000 españoles que estaban con nosotros hace un año y ya no están. Ha sido el primer día de la Fiesta Nacional de la pareja Iglesias y Montero. Y ni el vicepresidente y la ministra no han podido hablar, han querido hacerse notar, la ministra se ha puesto un traje morado, color viernes de pasión, para revindicar a Podemos e Iglesias ha usado una mascarilla con el logotipo que simboliza la cara de la república, logotipo oficial de la marca «198».

La marca republicana fundada por Juanma del Olmo, secretario de Comunicación de Podemos con una corona de laurel bien visible, explican los creadores, porque simboliza la gente que debe ser titular de la soberanía. Los creadores de la mascarilla no quieren saber que la soberanía ya reside en los españoles desde la Constitución del 78.

Iglesias y Montero, Montero e Iglesias han querido dar la nota.

Lo de esta mañana hubiera sido una anécdota sino fuera porque este Gobierno ha cambiado hasta ahora el trato que se le daba a la Jefatura del Estado. Mientras Sánchez asistía junto al Rey al desfile, Sortu, que está integrado en Bildu y que Sánchez corteja como socio parlamentario, desde el pasado viernes, ha desfilado en Bilbao o Guecho (Vizcaya) con imágenes del Monarca boca abajo. Aquí en COPE, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que un país respetable no cuestiona las instituciones.

Si queremos ser un país respetable no podemos estar cuestionando las instituciones.

Produce melancolía el esfuerzo de la ministra de Defensa, de lo mejorcito del Gobierno, la única ministra que realizó un homenaje personal a los muertos en el Palacio de Hielo. Como produce melancolía haber escuchado a Page.

Patas arriba, eso es, la Jefatura de Estado es cuestionada como nunca lo ha sido.