Arabia Saudí es un país peculiar, todo el suelo del golfo pérsico se considera suelo sagrado para el Islam. Hasta hace 100 años era un país pobre en solemnidad, hasta que encontraron el petróleo. De hecho es el principal exportador de petróleo del mundo. Ahora, han vuelto a salir de compras por el mundo con una cartera llena de dinero que precisamente consiguen gracias al combustible.

Los saudíes son desde esta semana los principales accionistas de Telefónica, una empresa estratégica para España. Con una inversión de 2.100 millones de euros, Saudí Telecom, compañía saudí de telecomunicaciones, se ha convertido así en la mayor accionista de la empresa española.

No es la primera vez que lo hacen, en abril compraron por 1.200 millones de euros casi 5.000 torres de telefonía en Bulgaria, Croacia y Eslovenia. Deporte, minería, videojuegos, empresas tecnológicas, han sido los últimos objetivos de la casa real saudí y sus empresas y fondos en todo el mundo.

El economista y escritor Fernando Trías de Bes ha explicado en 'La Tarde' que el hecho de que tengan tanto dinero, “es una cuestión de petróleo unicamente, el fondo que hay detrás de la empresa de telecomunicaciones saudí es de trescientos sesenta mil millones de dólares, equivale al 30% del PIB de España”.

Por otro lado, las inversiones de China tienen finalidad económica de fondo y geoestratégicas, sin embargo, los árabes “han comprado tanta cosa que es difícil saber que hay detrás, se habla que en las inversiones de clubes de fútbol es para tener un apoyo social” ha señalado Trías de Bes.

Plan visión 2030

Además, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman tiene planeado diversificar la economía de Arabia Saudí porque hay una “descarbonización del mundo, por lo que hay un plan de entrar en otros negocios”.