Durante la Segunda Guerra Mundial se produjeron una gran cantidad de avances tecnológicos importantes como, por ejemplo, la bomba atómica o el desarrollo de los submarinos. A los dos bandos les preocupaba anticiparse a los movimientos del enemigo, por lo que recurrían al espionaje. Una de estas fórmulas de espionaje era interceptar los mensajes del bando enemigo. Esto llevo al bando alemán a utilizar una manera distinta de comunicarse: la máquina Enigma. Un aparato que cifraba los mensajes con tal complejidad que un ordenador actual tardaría un año en descifrarlos.

Fue Arthur Scherbius, un ingeniero alemán, quien la inventó. Se consideraba indescifrable hasta que el matemático inglés, Adam Turing, consiguió desencriptar estos mensajes, algo que supuso un auténtico hito para los aliados, gracias al cual permitió acortar la guerra varios años. Algo que quizá no es tan conocido, es que estas máquinas también fueron utilizadas en España.

Según ha contado en los micrófonos de 'La Tarde' el coronel Antonio Montero, “durante la Guerra Civil, el bando nacional recibió 20 máquinas Enigma, aunque no llegaron de golpe, en noviembre del 36 llegaron 10 y a principios de 1937 se compraron otras 10 más”. Según parece, existían dos tipos de máquinas enigma. Las primeras se crearon en el intervalo entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, mientras que las segundas se crearon ya durante el conflicto de la Segunda.

La primera vez que se usaron fue en España

“Todas las que hay en España son del primer modelo y permitieron al mando del bando nacional establecer un contacto seguro con sus subordinados y de enlace con Alemania”. La posesión de este tipo de máquinas dio una gran ventaja estratégica al bando nacional a lo largo del conflicto. Curiosamente, cuando los Ingleses consiguieron descifrar estos mensajes, ya durante la Segunda Guerra Mundial, “descifraron uno en el que desde España se ofrecía fabricar un portaaviones para los alemanes, que más tarde fue rechazado por estos”.

Las máquinas quedaron almacenadas después de la guerra, y hasta hace poco no se habían encontrado. Aparecieron en unas dependencias del Cuartel General del Ejército. Esta presencia de Enigma en nuestro país confirma que la primera vez que esta se utilizó en una guerra fue durante la Guerra Civil.

“Durante la Guerra Civil se envió una máquina desde Madrid a la embajada de Roma y esta nunca volvió a aparecer. Es posible que esta máquina fuera capturada y que los adversarios de Alemania la destriparan y les ayudase a descifrar su código”, ha explicado el coronel. “El equipo de Adam Turing se sirvió del trabajo de franceses, polacos y un grupo de españoles exiliados en Francia para sentar las bases de su descodificación”.