“¿Fue mi padre tu fotógrafo de boda? Contacta conmigo; ¡Tengo algo para ti!”.

Esta es la pregunta que lanzó Laura Carretero en sus redes sociales, hija del recordado fotógrafo jerezano Daniel Carretero, fallecido el pasado mes de diciembre a los 74 años de edad. Durante más de 30 años estuvo al frente del prestigioso estudio de fotografía en la esquina de la calle Porvera con Alameda Cristina.

Sin embargo, el lugar es más conocido como la esquina de Daniel Carretero, donde los jerezanos han compartido momentos de alegría, celebración y tradición durante décadas. Según ha contado Laura en 'La Tarde', su padre fue mucho más que un simple testigo de la historia de Jerez: "Él ha estado detrás de las fotos de muchos de los momentos más importantes de la vida de estos jerezanos. Los bodas, bautizos, comuniones, la feria de Jerez... distintos eventos que son parte de nuestra identidad como comunidad".

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Ahora, y tras ordenar junto a su hermana los archivos fotográficos de la casa de su padre, ha decidido fomentar esta iniciativa para devolverles a los dueños sus recuerdos en formato físico.

La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, también ha resaltado en el programa la importancia de Daniel Carretero en la vida de la ciudad: "Daniel ha formado parte de la vida de muchos jerezanos. No hay nada que represente mejor la esencia de nuestra ciudad que la esquina de Daniel".

Una tradición familiar en la fotografía

La saga Carretero ha dejado una huella indeleble en la historia de la fotografía en Andalucía. Laura Carretero explica: "Nosotros somos una familia de fotógrafos. Mi abuelo, mi tío, mi padre, mi hermano y yo. Cuando empezamos a hacer bodas, éramos los más rápidos en revelar los negativos". Ella, concretamente, era la encargada de llevar el flash desde que tenía 15 años, cuando se cargaba al hombro como un maletín “y después llevabas lo que era una antorcha con un cable a una célula fotoeléctrica que cuando se activaba el flash de mi padre, saltaba el mío”, relata.

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Daniel llegó a fotografiar cerca de 1.800 bodas. Incluso, la gente se llegaba a agolpar en el escaparate de la tienda para ver las novedades: “Era como la revista Hola, pero en escaparate. Y además, desde dentro se escuchaban todos los comentarios que hacían los vecinos, nos enterábamos de todos los cotilleos, era muy gracioso”. La alcaldesa también agrega que los eventos importantes de la ciudad eran inmortalizados por Daniel: “Desde la feria hasta la Navidad, pasando por la Semana Santa, él estuvo ahí, capturando la esencia de Jerez en cada imagen".

Reviviendo el pasado a través de los negativos

Para muchos jerezanos, la noticia de la donación de los negativos de las bodas fotografiadas por Daniel Carretero ha sido un regalo inesperado. Luis, cliente de Daniel Carretero, comparte su experiencia: "Recibir los negativos de nuestra boda fue como recibir un tesoro. Daniel era un jerezano más, un amigo que capturó nuestra felicidad en cada fotografía".

Laura Carretero reflexiona sobre el impacto de devolver los negativos a la comunidad: "Al hacerlo, hemos revivido historias y emociones. La esquina de Daniel seguirá siendo un lugar de encuentro para los jerezanos, aunque la tienda ya no esté". El legado de Daniel Carretero perdura en la memoria y el corazón de los habitantes de Jerez de la Frontera. Sus fotografías no solo son imágenes, sino también fragmentos de la historia y la identidad de la ciudad. Con la donación de los negativos, sus hijos han permitido que el pasado resurja y continúe inspirando a las futuras generaciones de jerezanos.