Dos hombres y una mujer de Lugo han sido condenados a tres años de prisión por violar a una niña desde los 7 hasta los 13 años. Los causantes son su propia hermana, el marido de ésta y el hermano del marido. Primero empezó el hermano de su cuñado y luego el propio cuñado, del que la niña se termina quedando embarazada. Por lo que dicen los magistrados, la hermana llegó a convencer a la niña para que mantuviera relaciones con los dos hombres. Los violadores han logrado un pacto que les condena a tan solo 3 años de prisión (y 5 de libertad vigilada).

¿Por qué se ha llegado a esta pena de tan solo 3 años cuando inicialmente se pedían 11? Pues por una confluencia de factores, que los acusados reconocieron los hechos, que habían pagado ya casi la totalidad de la indemnización de 50.000 euros, gracias a lo que llegaron a un acuerdo con la Fiscalía de Lugo; y también porque se han beneficiado de la lentitud de la justicia. El caso había estado encallado desde 2017.

Hoy en La Tarde de Cope lo hemos analizado con Lorenzo Silva, escritor y columnista y con Emilio Cortés, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Extremadura.

Lorenzo Silva considera que “por un lado a todos nos parece evidente que este pacto puede contribuir a que los delitos queden impunes” pero también “en el otro lado de la balanza ponemos que el acuerdo está consiguiendo salvar uno de los grandes males de la justicia, que es la lentitud”

Otra de las reflexiones que el escritor y columnista ha compartido en La Tarde ha sido que “en qué medida el proceso penal acaba convirtiéndose en una experiencia tan insoportable casi más para la victima que para los imputados, que lleva a que la victima considere mejor evitarlo”

En casos como este que estamos hablando de la violación sistemática durante años de una niña, ¿debería estar fuera la posibilidad de determinados pactos? “Es imposible porque el único límite es la ley”, ha asegurado Emilio Cortés, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Extremadura. Ha dicho también que “el juez o tribunal no puede obligar a una parte a pedir más o menos. Las partes fijan el contorno del procedimiento y se decidirá sobre esos contornos que limitan el campo de juego procesal”

Una de las conclusiones más llamativas que ha hecho esta tarde Emilio Cortés es que los pactos que reducen las penas como esta “pueden tener incluso un efecto llamada”