Te has planteado para este año recién estrenado que una buena cosa, un buen propósito, sería empezar a formar parte del Club de las Cinco, no 'El Club de los cinco', que esos eran los famosos libros de Enid Blyton que todos leímos de niños, sino de los que deciden voluntariamente levantarse cada día a las 5 de la mañana.

Millonarios como Richard Branson, el dueño de Virgin, o actrices como Jeniffer Aniston, Wineth Paltrow o Michel Obama son acérrimos practicantes de este método.

Carla Estivil es experta en sueño y autora junto a Eduard Estivil del libro 'El método Tokei, como poner en hora tu reloj interno para vivir con salud, energía y optimismo'. Cuenta en 'La Tarde' con Pilar Cisneros y Fernando de Haro que “hay que relativizar” porque “lo que hay que respetar es el tiempo de descanso y de sueño para estar bien al día siguiente”. Es importante “cuándo debemos dormir”, lo que relaciona con nuestros “ritmos biológicos internos” que está asociado con la luz natural. Por ello, imponer unos hábito muy estrictos “tiene unos límites”.

Existen varias tipologías de personas en función de cuándo funciona mejor una persona: “Está comprobado científicamente”. La experta se refiere a “los ritmos circadianos”, que son aquellos que se repiten cada 24 horas, son los que marcan quiénes somos. Por eso, “el ritmo de este reloj interno es individual”, explica Estivil. De ahí que haya “personas que son más activas por la noche, que son los búho y las alondras, que tienen un ritmo que les hace ser más activas por las mañana”. Y esto “no se puede cambiar”. Cuenta Estivil que “existe un 20% que es alondra y otro 20% es búho” un 60% es intermedia”.

La experta aclara que “el ritmo interno no se puede cambiar”. Por eso se da la situación de que si una persona tiene que madrugar la que es “más bien nocturna es la que se tiene que poner tres despertadores” y “es verdad que si esta persona está obligada a tener unos horarios de trabajo muy tempranos tenemos la capacidad de adaptarse". Pero el ser humano tiene la suerte de tener "neuroplasticidad”, que permite adaptarse a las diferentes cambios de vida: “Al final lo aprende y nuestro reloj interno lo ponemos en hora para cumplir nuestras obligaciones”. Aun así, “cada día tendrá la dificultad de despertarse por la mañana con despertador y por la noche no tienen mucha necesidad de dormir temprano”.

Estivil señala que “las 10 de la mañana es el mejor momento para tomar decisiones, tener reuniones” y esa efectividad se mantiene “hasta media tarde", es decir, sobre las seis de la tarde. Es entonces cuando "empieza a descender la capacidad cognitiva”. En todo caso, aclara la experta que “hay que respetar la ventana de sueño y no sufrir de privación de sueño”. Reconoce que es difícil porque “estos horarios no se asociación culturalmente ni por el huso” a España: “Llevamos unos horarios a un huso horario que el europeo pero estamos al oeste del todo”.