Fernando de Haro, presentador de "La Tarde" de COPE, ha acudido esta semana a la Fundación Gallega contra el Narcotráfico (FGCN) para hablar con su presidente, Fernando Alonso. Se trata de una organización independiente y sin ánimo de lucro ubicada en Villagarcía de Arosa (Pontevedra). Desde hace más de 25 años combate el tráfico de drogas y sus consecuencias. Ésta actúa como nexo de unión entre la sociedad y los estamentos encargados de mejorar la eficacia de la lucha contra el tráfico de estupefacientes.

Por esta razón, el equipo de 'La Tarde' se ha aproximado a su ubicación, para dar a conocer los esfuerzos y medidas que proponen para paliar esta situación. Alonso sostiene que las drogas son un problema que Pontevedra lleva sufrieno desde hace muchos años. No hay más que recordar el submarino que se interceptó hace pocos meses en las costas pontevedresas mientras transportaba 3.000 kilogramos de cocaina.

Entre las misiones de la FGCN se encuentra la de combatir los problemas de orden sanitario, psicosocial, económico y de seguridad que genera el negocio de las drogas. Por este motivo, Alonso señala que se debe actuar más firmentemente en el castigo del narcotraficante.

Existen traficantes de droga de renombre en Galicia como Sito Miñanco o dinastías como los Charlines. Para el presidente de la FGCN, estos han demostrado que su arrepentimiento es nulo a pesar de haber sido condenados por realizar actos ilegales. De ahí que se deba dar más hincapié en la vigilancia debido a que es mucho lo que se juega en sus aguas.

Urge otorgar más importancia a la información. Esta es una de las propuestas que Alonso presenta. Según su criterio, juega un papel muy fundamental, especialmente en los juicios. Desgraciadamente, en ellos se descubre cómo los narcotraficantes evitan ser detenidos la próxima vez por el mismo motivo.

Esta es una de las causas que, para el presidente, hace que "importemos mafiosos procedentes de medio mundo, que vienen a España a traficar y a hacer dinero". También lo provoca el hecho de que España sea un país que reciba cada año a miles de turistas, lo que facilita que los narcotraficantes pasen más desapercibidos.

De esta manera, FGCN echa de menos una mayor conciencia del problema, especialmente a nivel político. Según subraya Alonso: "Es fundamental la implicación política porque, si no se toma conciencia de la gravedad del problema, no habrá medida que lo solucione".