Seguramente a ti también te habrá pasado. Has viajado a otro país, por ejemplo, a Londres y te habrás encontrado en una habitación sin persianas. Llegan las 6 de la mañana, un sábado, te entra toda la luz y así no hay quien pueda dormir unas horitas más. Cualquier español que haya sufrido esto las ha acabado echando de menos.

Pues esto parece que está empezando a cambiar porque las exportaciones de persianas de muchas empresas españolas han comenzado a aumentar a nivel internacional. Países como México o Arabia Saudí han puesto su atención en esta costumbre tan española.

La persiana, como su nombre indica, viene de la antigua Persia y fue un artículo importado por los franceses en tiempos de Napoleón, cuando se traían objetos exóticos de los países orientales. Las persianas de entonces eran una especie de estor con varillas que se usaban para proteger las viviendas de las horas de más calor. Una evolución de estas persianas serían las esparteras que encontramos en los pueblos andaluces, estores hechos de fibras de esparto que dejan pasar el aire, pero no la luz.

La arquitectura moderna no está sabiendo solucionar este tipo de cuestiones de la manera más acertada. Ante la imposición de los muros cortina y la amplitud de huecos en fachada, está en contrapartida todo el sistema de persianas y cortinas que se usan a posteriori. Y será por eso, pero en países en los que necesitan que les entre más luz no tiene reparo en poner cortinas y huecos grandes, pero en nuestro país es impensable poner huecos grandes dando a sur y protegidos solo por cortinas.

Juan Manuel Sayago, arquitecto de POA estudio, ha hablado para los micrófonos de 'La Tarde' y ha dicho que“es muy complicado encontrarse fuera de España persianas. Estamos haciendo una casa en Marbella y la persona es la que nos ha pedido que le pusiéramos persianas”.

Además, sostiene que “tanto en calor como en frío mucha gente necesita bajar las persianas. En verano para que no entre en calor, en invierno también para protegernos de él” .

Cuenta que “en muchos países del mundo no saben lo que son las persianas”. “Como arquitectos recomendamos poner persianas para ahorrar en cierto modo”.

Afirma que “un amigo me ha dicho que en todas las casas le han puesto una carpintería por detrás para poder poner persianas”.

Sin embargo sostiene que “para los arquitectos las persianas quedan feo, pero hay que ponerlas, al igual que los rodapiés, no nos gustan por el estilo que utilizamos” “son tendencias de diseño que muchas veces la utilidad te frena”.

Ellos trabajan con la misma técnica de siempre: “el legado árabe que nosotros tenemos lo seguimos utilizando, tanto para el patio, como para las persianas , la celosía. Eso nos viene del mundo árabe”.