Los avances en la ciencia cada vez permiten conocer mejor el cerebro. Pese a que los avances en investigación sobre este órgano avanzan muy despacio, debido a que es uno de los órganos más complicados, los científicos van poco a poco desgranando cómo funciona. El último descubrimiento tiene que ver con los hemisferios, a los cuales se les solía atribuir una dominancia dependiendo del tipo de persona que se estudiase. Se solía decir que las personas creativas utilizaban más la parte derecha del cerebro y que las que eran más lógicas usaban más la parte izquierda, pero parece que realmente no funciona así. La teoría de los hemisferios, según cuenta el divulgador científico de 'La Tarde', Jorge Alcalde, ha cambiado por completo, ya que pese a que antes se pensaba que esos hemisferios funcionaban por separado, cada vez se tiene más claro que el cerebro funciona como un todo muy interconectado.

Jose Ángel Morales García, investigador científico en enfermedades neurodegenerativas y profesor de medicina en la Universidad Complutense de Madrid, ha explicado en 'La Tarde' que hay que olvidarse de esa antigua teoría, ya que “fue una mala interpretación del científico que lo descubrió, que se ha ido arrastrando con el paso del tiempo. No hay que hablar de una dominancia de un hemisferio, sino de asimetría porque el cerebro se organiza el trabajo”. Al parecer el cerebro reparte las tareas y, según la actividad que estemos realizando, hay ciertas zonas que trabajan más o menos, pero eso no quiere decir que uno de los hemisferios domine más que el otro.

El hemisferio izquierdo se suele asociar al lenguaje o las matemáticas, y es cierto que trabaja más realizando este tipo de actividades, pero aun así necesita del otro hemisferio para poder trabajar.“El cerebro está tremendamente interconectado. Cuando un cantante memoriza una canción está trabajando el lado izquierdo por el lenguaje, pero para la melodía necesita el hemisferio derecho”, ha ejemplificado Morales.

Cómo entrenar la "plasticidad" del cerebro

Podemos saber qué regiones específicas del cerebro están más implicadas en unas u otras tareas, pero la llamada plasticidad del cerebro hace que se pueda acostumbrar a distintas situaciones y, cuando una parte del cerebro está afectada, otras partes toman el trabajo de esa zona y tratan de realizarla. “Lo podemos ver en las personas con ceguera, cuando una persona pierde la visión las zonas relacionadas con el tacto toman más responsabilidad para intentar adaptarse”, ha explicado el profesor.

Según Morales, “la plasticidad es una función increíble del sistema nervioso, pero aún nos faltan muchas piezas del puzzle que si tuviéramos podríamos solucionar enfermedades degenerativas como el Parkinson o el Alzheimer”. La plasticidad hay que entrenarla, ya que fomenta la conexión entre unas neuronas u otras, al parecer “aprender idiomas fomenta mucho la plasticidad, pero hay que realizarlo de manera constante porque si no el cerebro se acomoda y no genera nuevas conexiones”.

Los idiomas son una buena manera de conseguirlo, pero, al final, cualquier actividad relacionada con el aprendizaje ayuda a mejorar esta función que tiene nuestro cerebro. La plasticidad se puede entrenar a cualquier edad, la capacidad de mejora desciende a medida que nos hacemos mayores, aunque aun así se pueden conseguir resultados.