La Cosa Nostra, la todopoderosa y temible mafia siciliana, ha perdido a su último gran padrino, al capo di capi: Matteo Messina Denaro, alias ' U'Siccu' (el seco) o 'Diabolik'. Messina murió el lunes a los 61 años, en un hospital, víctima del cáncer que padecía. Lo hizo custodiado por cinco agentes y acompañado de su hija Lorenza, su sobrina y abogada y su hermana Giovanna.

Llevaba ocho meses en la cárcel de máxima seguridad de L’Aquila tras pasar 30 años fugado de la justicia. Hay una frase de él que da idea de quién fue: “Puedo hacer un cementerio con la gente que maté”. A la tumba se lleva gran parte de secretos de su organización y de sus peligrosas relaciones con muchos poderosos.

Cruz Morcillo explicaba en 'La Tarde' que "Messina Denaro fue uno de los capos italianos más sanguinarios, al que se atribuyen medio centenar de homicidios. Estaba condenado a cadena perpetua por ser uno de los organizadores de los atentados contra los jueces Giovanni Falcone, en mayo de 1992, y Paolo Borselino, en julio de 1992, y sus escoltas. Entre sus crímenes más atroces, por el que también fue condenado está el secuestro y asesinato de Giuseppe Di Matteo, un niño de 12 años, hijo de un arrepentido, al que Cosa Nostra secuestró durante dos años, mató y metió en ácido".

Por otro lado, Pablo Muñoz, explicaba cómo fue su captura un tiempo después, "fueron 30 años de fugitivo, fue arrestado en una prestigiosa clínica de Palermo, La Maddalena, donde recibía tratamiento por el cáncer de colon con metástasis al hígado diagnosticado tres años antes. El día de su detención por los carabineros, le dijo al fiscal Maurizio de Lucia: «Hablaré con usted, pero nunca colaboraré con la Justicia». Con chulería dijo a magistrados y carabineros que sin su enfermedad nunca lo habrían detenido y cumplió su promesa de guardar silencio sobre muchos crímenes aún sin resolver. Ante los magistrados, negó siempre su condición de 'boss': «No soy un mafioso». Cuando los policías entraron en su piso en Campobello di Mazara, cerca de Castelvetrano, encontraron una pistola en un compartimento secreto y un póster de Marlon Brando en 'El padrino'".

Sobre lo que se sabe de él en esas tres largas décadas en las que estuvo desaparecido, Cruz explicaba "que estaba considerado hasta su detención un fantasma. Quiso ser invisible para no hacer ruido y así tutelar mejor sus intereses económicos y los de la Cosa Nostra. Después de muchos viajes en Italia, y seguramente también en Europa, en Grecia, Suiza y España, Messina Denaro regresó de forma permanente a Sicilia en 2020. Para curar el cáncer, se vio obligado a bajar la guardia y sus precauciones. Donde habitualmente residía, Campobello di Mazara, iba incluso al restaurante y hacía la compra. Pero, nadie lo delató, la omertá se impuso. Mientras amasó con extorsiones y asesinatos un patrimonio que los cifraron en unos 4.000 millones de euros, gracias al tráfico de drogas, negocios inmobiliarios, usura, etc. El Estado pudo confiscar bienes por valor de cientos de millones de euros, pero le quedaban un importante patrimonio".

¿Qué pasará ahora con Cosa Nostra?

Pablo explicaba que "Messina Denaro se llevaba muchos secretos a la tumba. Sobre todo con políticos y empresarios que formaban parte de su red de negocios corrupta. Esto es un motivo y ya hay una nueva mafia que se reorganiza desde su detención. En sus tres décadas de clandestinidad, gestionó una red oculta, que ha contaminado sectores productivos, con intereses desde el norte de Italia hasta Sicilia. Era una red que se movía a diversos niveles, con políticos, empresarios y masones. Se desconoce quién puede ser su heredero en la Cosa Nostra. Dicen los expertos que en las investigaciones de los magistrados hay algunos nombres de posibles sucesores, pero ninguno definitivo. El gran desafío del Estado es seguir investigando en lo que Messina Denaro se lleva a la tumba, para evitar la reorganización de la mafia siciliana"