En estos días se ha publicado la encuesta anual de estructura salarial que hace cada año el Instituto Nacional de Estadística (INE). Entre otros datos, refleja que el sueldo más frecuente es de 18.500 euros al año. Sin embargo, 1 de cada 5 trabajadores ganó como mucho el salario mínimo en el año 2021, que fue de 13.370 euros anuales. La encuesta también dice que 2 de cada 3 trabajadores cobraron menos de 1900 euros al mes.

Sin duda, estamos ante una polarización de los salarios en España, tal y como confirma el economista de cabecera de 'La Tarde', Fernando Trías de Bes. “Están muy polarizados y estas estadísticas nos lo demuestran. Esto nos está diciendo que cuando empiezas a poner los valores de la gente que cobra más, te apartas del salario más frecuente y te apartas del punto central de todos los salarios de España”. Es decir, hay bastante gente que cobra mucho y otro gran número de personas que cobran muy poco.

El profesor de economía indica que esto ocurre en toda la Unión Europea, pero quizás el caso español es un poco más paradigmático, debido a la cantidad de trabajos que hay dentro del sector servicios, en su mayoría empleos no muy bien retribuidos por su baja cualificación.

“Esa polarización no es buena, porque toda polarización salarial lo que hace al final es generar desigualdad, y estas desigualdades provocan inestabilidad política”, afirma Trías de Bes.

La brecha salarial mejora, pero no lo suficiente

A estas diferencias tan dispares entre los diferentes sueldos hay que sumar la brecha salarial que aún existe entre hombres y mujeres, algo que la encuesta del INE pone de relieve. Es verdad que mejora algo respecto al último informe, se reduce en tres décimas, pero queda todavía mucho por hacer.

En cuanto a dónde se encuentra más esa brecha entre los sueldos que perciben hombres y mujeres, Fernando Trías de Bes matiza que cuando se analiza cada tipología de trabajo por separado no hay grandes diferencias. Es decir, “para un mismo puesto la brecha es pequeña”, afirma el profesor.

En cambio, el problema es que las mujeres por norma general acceden a menos puestos calificados, que normalmente suelen estar peor retribuidos, lo que se traduce en esa brecha todavía amplia con respecto a los hombres. Las mujeres siguen teniendo difícil llegar, además, a puestos de responsabilidad, lo que el economista considera ya “discriminación en carrera profesional”, no solo salarial. Algo que achaca a una concepción “muy masculina” que todavía pervive en el mercado laboral español.

La economía sumergida sigue en niveles altos

Otra cuestión importante a tener en cuenta cuando hablamos de salarios, aunque no aparezca en este tipo de estudios y encuestas, es la economía sumergida. “No tenemos los datos para saber cuál es la realidad, pero en España tenemos un porcentaje de economía sumergida en torno al 20%, que es elevadísimo”, asegura Fernando Trías de Bes.

El economista destaca que, aparte de esas personas que cobran en negro, hay también muchas que complementan el salario real que aparece en su nómina con una parte en efectivo, para así el empresario ahorrarse algo de Seguridad Social.

“Estas estadísticas reflejan que hay gente cobrando más de lo que aparenta, pero al mismo tiempo hay otro efecto tremendo y que es peor, y es que hay también muchos empleadores que ni siquiera ofrecen contrato para no tener que pagar ni el salario mínimo ni tener costes sociales, y te lo dan todo en un sobre”, explica Trías de Bes. Considera que hay una distorsión muy difícil de cuantificar, pero apunta que estas compensaciones en dinero en efectivo se producen en trabajos poco cualificados. “La realidad sería que no hay tanta gente cobrando tan poco y que encima hay muchísima gente cobrando por debajo de eso”, concluye el profesor de economía.

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