Quedan dos años para que España se oscurezca por completo en pleno día. El próximo 12 de agosto de 2026 viviremos en España, casi en exclusiva, el próximo eclipse total de Sol. Durante unos minutos, el Sol quedará tapado totalmente por la Luna. Un acontecimiento único, que con suerte se puede ver una vez en la vida y que en España vamos a tener el privilegio de vivir 3 veces en 3 años. Un trío de eclipses que se sucederán en 2026, 2027 y 2028.

Durante el último eclipse de sol, el pasado 8 de abril, Estados Unidos y Canadá decretaron el estado de emergencia por graves problemas de tráfico, riesgo de posibles incendios, posibles golpes de calor, lesiones oculares y avalanchas por la aglomeración de gente. España es el único país desde el que se podrá ver bien el eclipse de agosto de 2026, en plena campaña turística, por lo que se esperan grandes movilizaciones tanto de españoles como de extranjeros para poder presenciarlo. Esto plantea toda una serie de retos para el turismo, el transporte, la protección civil y también para la divulgación científica. Por ello, en España se ha creado la Comisión Nacional del Eclipse, un grupo de trabajo formado por los principales actores del campo de la astronomía en España.

Iñaki Ordóñez Etxeberría, astrofísico del Planetario de Pamplona y miembro de la Comisión Nacional del Eclipse, asegura que deberíamos empezar a preparar la logística inmediatamente: “Tenemos la sensación en la Comisión Nacional del Eclipse de que estamos yendo tarde, porque se trata de eventos extraordinarios que van a atraer a gente de todo el mundo”.

Alejandro Sánchez es investigador del Departamento de Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid, y ha presenciado seis eclipses solares. Sánchez coincide en la urgencia para los preparativos, y afirma que los eclipses “están considerados una de las mayores migraciones temporales del planeta”.

Para este investigador, lo primero que habría que organizar es la información sobre el eclipse, por lo que en su departamento han creado un mapa que indica con exactitud los puntos desde los que será visible, que no serán todos los que estén dentro de la franja porque hay obstáculos que lo impiden. Esto significa que las aglomeraciones se concentrarán en puntos muy específicos.

Los expertos advierten también de la necesidad de prever una buena distribución del material necesario para ver el eclipse, como las gafas protectoras: “En el eclipse anular que pasó por Madrid en el año 2005, para los seis millones de habitantes solo se vendieron 500.000 gafas, y los precios se multiplicaron”.