Este fin de semana hemos conocido algunas de las imágenes de lo que han hecho las tropas de Putin en Bucha, una localidad en los alrededores de Kiev. Una ciudad dormitorio. La contraofensiva del ejército ucraniano ha conseguido recuperarla. Cuando este fin de semana entraron los periodistas, encontraron un espectáculo dantesco. Muchos cadáveres en fosas comunes o tirados en la calle. Esta es la realidad tras más de un mes de guerra que se ha encontrado en una ciudad donde el ejército ruso ha excedido cualquier límite imaginable.

Al marido de Tetiana le pegaron un tiro en el sótano de su casa. En 'La Tarde' de COPE recogemos su testimonio: "Estaba tumbado, su rostro desfigurado, frío. Le enterraron a un metro de profundidad para que los perros no se lo comieran", narra una mujer que ha perdido mucho más que la vida de su marido.

Las imágenes que se han publicado en estas horas, sobre la matanza de Bucha, muestran cuerpos semienterrados, cadáveres que murieron con las manos atadas a la espalda. "Esto no es una operación especial, es un genocidio", ha dicho Vladimir, soldado ucraniano en COPE.

Mikel Ayestaran, de los primeros periodistas en entrar en Bucha

Los militares de Putin, con una dosis de cinismo enorme, dicen que es mentira, que es una provocación. Niegan en rotundo lo que las imágenes muestran a las claras. Y es que no han sido los portavoces ucranianos los que han facilitado las imágenes de lo ocurrido en Bucha, no es la propaganda del país atacado el que trata de deformar la imagen del país que preside Putin. Son los periodistas los que han podido comprobar el estado de la ciudad, han sido estos los que han podido fotografiar el horror de una ciudad que ya está marcada.

Entre estos periodistas está Mikel Ayestaran, quien ha sido de los primeros en entrar en Bucha. "Desde que se retiraron las fuerzas de Rusia, los servicios de emergencia van con una furgoneta blanca recogiendo los cuerpos que están en las aceras. Los llevan a una fosa que han establecido cerca de una de las iglesias", relata en 'La Tarde' de COPE.

"Los vecinos los han enterrado [a los muertos] en el mismo jardín de la casa, junto al portal o los parques infantiles. Ahí también te encuentras tumbas. A Maria Sharapova le alcanzó un mortero cuando estaba sentada en un banco y siguen su bolso y sus objetos personales desparramados", relata Ayestaran desde Bucha, la ciudad que mejor explica con su silencio forzado, qué es lo que pasa durante una guerra.